BENDITOS TODOS (Mi poema)
Jorge Velasco Mackenzie (Mi poeta sugerido)

Inicio » Cuentos » BENDITOS TODOS (Mi poema) Jorge Velasco Mackenzie (Mi poeta sugerido)

¡Gracias por leer esta publicación, ¿deseas comentar?  haz click en el botón de la derecha!

MI POEMA… de medio pelo

 

Benditos los caminos polvorientos,
dichosas las encinas y pinares,
las fuerzas que atormentan a los vientos
en altas, las colinas y en pajares.

Las tierras tan rellenas de amargura
por el juego de azar de sed sedientas,
cansadas ya de hartazgo y de locura,
o pintadas de muertes y tormentas.

Loadas sean fuentes que atragantan
a base de agua allende de los mares,
las canciones que suenan cuando cantan,
los lagos con sus gotas a millares.

Oda a todas las madres que amamantan,
hombres, los que con esfuerzo algo inventan,
que con inmenso mimo flores plantan
y que si algo está hundido lo adecentan.

Alabado sea dios. No a los altares,
fuera predicadores y lamentos.
Olé a los que pacen estos lares
que escriben y que saben contar cuentos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Jorge Velasco Mackenzie

Jorge Velasco Mackenzie

Suposiciones antes del sueño

Suponga que yo estoy
desde temprano escondido en su clóset.
Que ustedes (tantas cosas que tiene que hacer)
no lo nota.
Se desviste Empezando por el brassiere.
dos colinas pequeñas aparecen ante mis ojos
luego su vientre, oscuro y definitivo,
luego sus piernas largas y delgadas,
después su sexo brillante como un saxo.
Suponga que usted se pone su ropa de cama,
(apenas Mira hacia donde yo estoy).
Se acuesta, sueña con príncipes encantados,
con poetas que aman desesperadamente a las mujeres.
Suponga que se duerme.
Ahora imagine que yo salgo de mi encierro,
que la toco a mi gusto
cinco dos veinticuatro veces.
Suponga que usted no siente,
que abre los brazos para alcanzar la almohada
y soy yo.

Suponga que nos amamos,
que mientras lo hacemos nos contamos historias:
yo las mías la de mis viajes por el mundo,
usted de la suya la de su pequeña vida.
Pero no, yo estoy en mi cuarto
usted está en el suyo,
se desviste, se acuesta, y se duerme,
sueña con el día de mañana
(con lo que pasará).
Yo dejo el libro sobre la mesita de noche,
escribo este poema y viene el sueño
y tiene tus ojos.

Crónica de la relación

En las montañas de Pascuales
la primera vez.
Como los centuriones avanzando,
barriendo el pasto con sus lanzas brillantes.
No hay primera sin segunda
Y la otra fue un hotel donde aprendimos nuevas posiciones.
Los astros sobre el toldo,
las moscas imitándonos,
cubiertas de una pelusa fina resistente al calor y a la humedad.
A la tercera ya éramos expertos Observadores del mundo natural, propagadores de la especie.
Pero no hay próxima en que no venga el hijo,
testigo mudo de la relación,
prueba de la brutal resistencia.
Llevará nuestros nombres, fue dicho
Y así lo registró el cronista.

Álbum de familia

Aquí quedan grabadas: la leyenda del abuelo,
caballo desbocado que engendró 15 hijos
y orinó doce litros de cerveza negra
mientras agonizaba.
También los versos –selección de la madre–
dos sonetos inconclusos y el primer apunte
para una biografía.
Cada cosa en su sitio
Monumentos que nadie proyectó
Baúles guardando la memoria mala del uso.
En Durán, al otro lado de estas aguas,
sus manos fuertes martillaron las rieles,
pero nunca manejaron el ferrocarril.
Únicamente lo ayudaron a subir al lomo de los cerros
com el Dublín al lomo de los puentes.
Aquí vivió y murió
Antes que nosotros naciéramos
Mi hermano mayor lleva su nombre
Sus ojos mi hermana la casada
Yo su manera de empinar el codo
cada cierto tiempo.

De ti

De ti, sólo me quedará
aquel poema de la página 32.
Tus ojos y tus manos desaparecerán,
quizás haré otro viaje,
mas lejano y solitario que el primero.
Pienso en Praga,
una plaza soleada, y las muchachas checas
caminando en ropas ligeras.
Pero de ti, nada
ni siquiera el recuerdo del rostro
iluminado por la desnudez de tu cuerpo.
La habitación donde la oscuridad me
ayudó a desvestirte.
He andado por tu cuerpo durante años,
a través se desliza otro cuerpo
como un barco que llega a la bahía
en plena madrugada.

En un hotel

Homenaje a Daniel Santos

¿Habrá entonces otro cuarto en el hotel de tu alma?
¿Un lugar estrecho donde las delgadas aspas de un ventilador apenas remuevan el aire?
¿Cuatro paredes donde la voz de Daniel Santos cante mejor cada noche?
¿Una leyenda escrita en la puerta del baño con el mensaje de que aquí estuvieron?
¿Habrá digo, otro cuarto?
¿O seremos nada más dos seres entrando allí, ocultos por la noche, (el hueco sin borde), para suspirar,
descansar juntos,
y no dormir?

¿Habrá?

Si te gusta #Jorge_Velasco_Mackenzie... Clic para tuitear

Autor es esta páginna

Donaciano Bueno Diez
Si te gusta mi poema o los del poeta sugerido, compártelo. Gracias
Subscríbete!
Notificar a
guest

0 ¡Ardo en ascuas por conocer tu opinión! ¡Anímate a comentar!
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Echa un vistazo a la siguiente publicación
Es ahora que nada he de esperar,justo ahora…
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x

Descubre más desde DonacianoBueno

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo