Esto es un árbol. La raíz dice raíz,
rama cada rama, y en la copa
está la sala de recibo
de un mirlo que habla.
La mesa donde escribo
—una fiesta de solteras—
está hecha de madera de ese árbol
convertida por el uso y por el tiempo
en la palabra mesa.
Es porque da frutos que caen
y por el gremio perenne de sus hojas
que se renueva el árbol
y que existe la palabra árbol:
aunque a veces el bosque
lo oculte a la vista, lo contiene
el árbol en la palabra árbol.
Y no es que éste sea un poema abstracto.
Es que las palabras se repiten entre sí
por el sentido: son solteras y sociables
y de sus raíces crece un árbol.
Insignificancia
Si te place, Dios,
que menos ocurra.
Nivela la curvatura
de nuestra Tierra, aplana
el Eiger, suaviza
el Gran Cañón.
Haz los valles
un poco más altos,
amplía las fisuras
hasta que sean tierras cultivables,
custodia tus terribles glaciares
y silencia sus claudicaciones,
reduciendo a la mitad
o duplicando
todos los accidentes geográficos,
tendiendo a la humildad.
Deja de pesar sobre nuestros corazones.
Retira tu grandiosidad
de estas regiones.
Un temblor
que la escala Richter
no registra: no fui
al funeral de mi hermano,
nunca volveré a hacerlo.
Seguro recordaba
tanto a su madre
como un caballo de ocho años,
dice Shakespeare de alguien,
creo que en Coriolano.
Si no, tal vez
no hubiera hecho mutis
dejándome hija única tardíamente
aquí sentada y con Mamá
por todos lados.
El origen de la acción
La pasión más fuerte
de mi vida
ha sido el miedo.
Creo en la palabra
(dilo)
y tiemblo.
(«Pasajes», 1984).
Minúsculo diccionario personal
La poesía es tener la convicción
de que transformando el lenguaje
es posible transformar la realidad
La poesía es decir una cosa por otra
y que sea verdad.
La palabra jamás me hace morir.
La palabra ojalá me colma de angustia,
de ansiedad, y es mi agonía
(«Cuaderno de oficio», 2016).
Despropósito
Toda la noche preparamos
nuestro día
aunque nunca
nos quede terminado. La hora
del café tiende los hilos
de la hibridez, que abre puertas
a un jardín
siempre cerrado.
Mito. Yo. Quien bordea
el centro de las cosas
no adelanta.
Dicho
de frente, sería
otra cosa: amo,
y seguiría
siendo otra cosa.
(Pasajes, 1984).
Sumario
un territorio
una isla
un paisaje
hecho de lenguaje
viven sentimientos
pensamientos
metáfora
nueva, vieja,
belleza
sólo admite
vida
no queja
no queja
no queja
(«Cuaderno de oficio», 2016).
En camino
No es que no tenga pasado. Es
que no es lo que es
ni lo que se creía.
Hay
hechos concluidos
y hay lechos
donde he perdido la ilación
de ser yo misma.
O así
imagino. Miro atrás
difíciles sentidos.
De aquí
se reconstruye aquello
que en verdad no estaba
construido
sino
en proyecto.
Aquí es el lugar
donde se empieza
y donde vivo.
(«Pasajes», 1984).
Vas a verme
Vas a verme
me ves
y no sé lo qué verás
Sea lo que sea
más allá de lo que veas
siempre estoy yo además.
Sentarse y dejar entrar.
(«El paisaje interior», 2012).
Llano
Tema, al canto de lo plano
pertenece, al llano de los días,
a la palma de la mano,
a la menoscabada rutina de las noches
que se van haciendo día a día,
y cada vez más largas:
se cocina se cree, se es,
a veces se diría que se empieza
a comprender, más que la idea,
el propio tema. “Lo único
que hace posible la vida”, pongamos
por ejemplo, “es la permanente,
intolerable incertidumbre de no saber
qué vendrá después”, antes de irme
de algún lugar in mente,
al que tal vez nunca
habré llegado. Se duda,
mientras tanto, de tan poca
carnadura, de la exposición,
de la entrevista aridez del final
que se augura en cada significado,
en cada toque de atención que no se ha
elegido. ¿Por qué había de pasarme esto
a mí? Crío palabras, así
que las mantengo, sueltas y partidas;
una mitad de mí que se ve, palpable
desde aquí, hecha visible, presa de sí
y de no, del fin y del principio,
de la grafía caprichosa
de esta mano.
De Pasajes (1984)