LA MARISMA (Mi poema)
Rosamel del Valle (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo
 

Aquí está Dios sentado en la marisma
platicando a la gente de la calle
comentando lo que es la vida misma,
costuras, descosidos, con detalle
del hábitat su prisma.

La gente corre igual que lo hace el aire
envuelto en una brizna de la brisa,
todo va deslizándose al socaire
del fondo en la tristeza o la sonrisa
del agua y su donaire.

Pasa el tiempo cual si nada pasara
como fluye una luz inexistente,
el brebaje respira espuma clara
dormido respetando el medio ambiente
que la vida soñara.

El silencio hoy aquí ha la palabra,
ignoro si es real o imaginario,
las horas ya no encuentran quien las abra,
las fechas fuera ya del calendario
¡Oh cielo, abracadabra!
©donaciano bueno

La marisma es un espacio de paz y tranquilidad. Allí todo el ecosistema convive con total normalidad. Justo lo que se precisa para la meditación.

MI POETA SUGERIDO: Rosamel del Valle

Rosamel del Valle

1926

Por seguir tu perfume sin atención de cuerda
De torre a torre el espectáculo cada minuto como oso menos pesado ni intruso
Aparentas la nube sentada con los ojos en el vacío
Detrás de tus ojos las murallas suspendidas con la voz
De flor abriéndose por cada estrella en el mejor movimiento del sonido suspenso
O como las espadas de pie debajo del agua con su hoja afuera
Rama cimbrándose en la boca de los túneles desde lejos
Frente tan sencilla de arena de ola con dos ruedas
Obscuras en la mancha de las palomas evasivas
Más bien las olas paradas en el lomo del cielo como un canto de estrella de cien pies
El perfume admirable sin anochecer en las astas de la ciudad otras veces en los rieles tibios de mis dedos
Hacia el viento y su sombrero de hojas al lado de las nubes humedeciendo tu estatura viva de abeja en el cielo

CARMEN

Color del paisaje sonámbulo de mis huesos
Sin amarras de nidos que destruyan la angustia.
La sal alza su mundo de estatuas en un ruido de manos.
Columnas desde los dedos hasta el centro de espacio
A quienes se obedece como a un ritual que impone su imagen.
Todo crece demasiado cerca y el eco que se debe ser entre objetos y personas
Sangra el cuerpo de un mar huidizo y negro
Mientras peces, los animales, los insectos y los signos dormidos
Rodean el lecho en cuyo césped la muerte escucha mi viaje.

ALAS AL OIDO

Instrumental de colores en que duermen los deseos.
Abejas, arañas, signos, presentaciones.
Temblor de angustia que viene de otras imágenes,
De los hornos un poco a obscuras a causa de la memoria que duerme.
Violento despertar entre carbones de ojos azules y palabras brillantes,
Invasión de fuego por arenas celestes,
Isla donde el cuerpo reposa en un color de serpiente,
Olas con labios pesados de enigmas.
Los años que desciendo por esta escala de relámpagos.
Los años que busco la estrella que la visita y que se aleja dejando sus trenzas olvidadas.
Línea de cifras en el espacio de peligros.
El oído y el mundo y la imagen que al irse cierra las puertas detrás de la sangre.

APROXIMACION

Asómate a la raíz de mi sangre que pasa entre la madera
Dormida por pasos que la siguen hasta morir.
Habita fatigada la sombra de sus habitaciones donde el tiempo
Cierra todas las puertas.
Oh, país de un sonido largo como una luz a lo lejos,
Acércate a mi oído que tarda en despertar.
La crueldad de esta estrella que nada debajo del agua
Es tu voz fija en un instante sin existencia segura,
Algo más adentro de mi imagen errante que atraviesa las puertas cerradas.
Quítame las sienes de los vidrios y quítame las manos del fuego.
El calor de tus luces destruye las sombras y los vapores donde la muerte hace su nido.

VISITA

Por fin los corales han dado con las piernas y mecen rumores
En el lecho de la soledad hecha de nidos.
Cuando los sueños flotan y el hombre desinfla el aire que pasa
Saben que alguien despierta en el ruido de la noche terrestre.
Amor del océano que escribe con uñas en la arena apagada
Lo que la ola reduce a cuerdas líquidas.
El mensaje impone un orden en que los peces se detienen y naufragan.
Y algo de lo que toca se ilumina y algo de lo que no se ve deja caer su escama.
Porque los corales visitan un cuerpo y conocen lo que significa si el sueño
Toma la forma de un signo que desciende entre húmedos dedos marinos.

TRANSPARECIA DE LA SANGRE

Tarda en seguir la línea entre los apagados cristales de las venas
Sin marcar el sonido que nace en el árbol del alba.
Algunas nubes se agitan en trance de imágenes sin saber donde dejar caer sus hijos.
Cielo ceñido de hierbas y alcoholes sonámbulos.
Lasa manos se agitan al lado del lecho donde la memoria vierte su líquido.
Pero lo animales descansan en un follaje de brasas
Sin dejar pasar el signo que la tierra destruye en su tumba.
Espacio de los mitos y de los jóvenes dolores que llegan.
Aliado de los peces que cimbran lámparas llamándose en el ojo de la noche.
Alguna vez será difícil descifrar lo que el sueño quiere decir con su golpe en la puerta.

MAGIA IRREGULAR

Cuando despierta la zona de los países que nadan a obscuras
El ser entra en el frío que traen las algas errantes,
El olor de los peces muertos entre coronas de azufre.
Al parecer sobre la tierra de joven edad que deja caer sus pestañas.
Punto de soles helados en el viaje del cuerpo con sus costumbres,
Por fin casi próximo al sueño de alcoholes que estalla en mi lecho de sábanas verdes.
Las olas de la boca rompen sus trenzas de nidos.
Los ojos ven pasar extrañas barcas sobre la sangre del pecho.
Los pies tocan piedras quemantes, cabezas de bosques.
Apagados océanos de arañas
En la atmósfera de las piernas, entre el viento que viene de visita.

PASEO

Desde los pies azules con su traje de lámpara,
Desde los cabellos que caen de los árboles en un sonido de olas,
Nada más que en el punto donde debo reconocerte despierta o dormida.
A veces como una copa de angustia donde se ahoga el aire que te guarda.
Si mi memoria sumergida en su horno de sueño se despertara
Sin turbar los ritos que la rodean, los ritos de verdes temblores.
Desde el humo que levantan los deseos en su casa.
Desde los sonidos que vienen desde el obscuro oído de la tierra.
En verdad, no siempre es tu paso lo que flota sobre el césped,
Ni tu pensamiento lo que tiembla con cierta dificultad en el aire.

VOLUNTAD

Esta primavera de frías paredes y de presencias enfermas de sombra
Es el ruido secreto que desata los pies en el clima largo tiempo nocturno.
Una paloma en el aire de la nada del pecho
Derrama el mensaje sospechado en el temblor de alambre del sueño.
Que el libro de invisible escritura que nadie abre en el miedo de las venas
Muestre por fin su dichoso o terrible resplandor de lengua desgarrada.
Que esté obscuro el hombre como el mundo está obscuro,
Pero que abra para siempre sus inmensos ojos de viajero que regresa en el día.

ESCALA DE LOS SUEÑOS

Dividida en las olas de tinieblas anticipadas al alba
Entra en los espacios que para sí misma descubre.
Resbalan los aceites opresos, fieles al despertar
Y la chispa que ha perdido su ojo entre la noche.
Fábulas ensimismadas desde siempre, en caminos de escalas desde siempre
Se encienden en la flor negra del aire inesperado.
Tendidas desde un lento dormir
Vienen como de la inalcanzable existencia de las lenguas apagadas.
No lejos de su cabeza, en un borde de nieve
La escritura del día extiende su piel de algas rumorosas
Y sangra al pie de esta página muerta al despertar.

MAS BELLO EL ARBOL QUE EL PARAISO

Recostada sobre arenas mentales, invisible hora
Adornada de terrores, de secretos, de páginas verdes por el alba.
Entre espumas del cuerpo, en constante trabajo desde que la noche se cierra,
A tientas entre las débiles llamas que vienen de lo no siempre olvidado.
Dulce animal de distintos vestidos incorporados al sueño,
Propietario de las olas, selvas sumergidas, de almacenes de corales,
Casi siempre a punto de morir en el pecho poético del hombre,
Tan inclinado hacia el amor como sientas palomas sobre sus rodillas.
Me parece reconocer el aire que trae estas ondas, este ruido de maderas.
Sueños construidos al borde de ciertas hojas que saben sonreír,
Entre animales e insectos, entre nadadores terrestres,
Cerca del abismo donde duermen los ángeles asesinados.
Entre climas mentales, invisible tiempo,
Poseído de mis mensajes, de mis pruebas, de mis deseos sobre espinas.
Sin celestes alarmas, sin el olor blanco, blanco de las leyes.
Dispuesto a los llamados, a las nocturnas experiencias,
Al terror de las manos volcadas sobre los objetos,
A la súbita fuga de las abejas de ceniza en los sueños perdidos.


EL CUERPO PIERDE RESPLANDOR

Abandonemos esta isla donde habita insegura
Seguida de la sombra y de nosotros.
Si las voces acuden por intermedio del sueño que empieza a enfriarse
El corazón se niega a abrir.
Extraño collar de pensamientos que giran entre cielos atrasados
De un día moribundo en su raíz.
Las campanas del pecho suenan a árbol derribado.
El dolor podría hacerse transparente como el color del agua.
La angustia regresa sin partir.
¿Qué hacemos con estas hojas de otro tiempo que no hemos recogido?
Podemos decir: abandonemos este sol de tan bellos pies que nos lleva
Lentamente en un sueño.
Las regiones del frío vuelven de su ausencia como el olvido del tiempo,
Pero nuestro pensamiento respira una atmósfera de pupila ahogada.
El sonido que nos conduce al sueño viene cada vez de más lejos.
Las manos que nos anudan se deshacen.
Nuestra boca parece una cascada sostenida en el aire.
Nuestros oídos llaman a toda hora
Y desean hacer entrar la imagen que permanece afuera.

VIVIR O PERECER

Hay una vida que pasa entre la conciencia sonámbula
Y lo que resta del viaje entre sábanas y escombros.
Heridas derramadas en la noche que sube
Ávida de memoria despierta de pronto en un sonido.
Venid, espinas obscuramente formadas de tallo en tallo,
En vosotras siento el golpe de la sangre que pierde brillo,
Una transparencia salida de las urnas de cristales pavorosos.
Venid, atmósfera rechazada de puerta en puerta y sin deseo.
Los que te oyen venir enlutan sus vidrios y huyen llevados del cabello.
Hay quienes dicen que los ojos llevan y que se dejan conducir,
Que las manos apartan las ramas sombrías del aire al andar.
¿Cuáles ojos aclaran el vacío que van llenando los pasos solos?
Cuáles manos adelantan la sombra que tarda en andar?
Unidad de dolores, de raíces, de viajes que la memoria no olvida,
Extraño movimiento y deseo en interminable calor.
Nuestros pasos se duermen entre cabellos ocultos que impiden
Abrir los ojos a la sombra desnuda en rededor.
Las puertas vienen al encuentro de los pies fatigadamente perdidos.
Pero las habitaciones se obscurecen apenas el hombre entra allí.

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Donaciano Bueno Diez
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