LA PALABRA PRISIONERA (Mi poema)
Pedro Gandía (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Dios piensa que pensar es de mal gusto
¡cuidado que en la boca no entren moscas!
que hablar de lo que ignoras es injusto
ni sirve si a palabras las emboscas.

Demuestran que las toscas
sólo sirven al mundo pa dar vueltas
uniendo incertidumbre y confusión.
Las ideas se cogen de un cajón
donde están expectantes y revueltas.

Mas ellas, desenvueltas,
esperan que hagas tú la selección,
desechando las hueras al instante,
obviando a las objeto de traición
que son como soflamas de un pasante.

Y vuelan de su estante,
cual sueños de una brújula viajera,
y avanzan desdeñando a la cultura
con trazos parecieran de madera
para darles al fin la sepultura.

La historia de un herida sin sutura,
el fin de la palabra prisionera.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Pedro Gandía

Pedro Gandía

Poema de amor

a W.H.

Dioses antiguos, ruinas
contra un aire invernal.
Mas tú has de ser modelo
de lo humano inmutable.

El tiempo, de infinitos
y turbulentos crímenes,
lejos de tus mejillas,
tu cintura, tus muslos,
tus cabellos, tus pies.

Mi rojo amor eleva
contra el glacial olvido
un obelisco en llamas,
memoria de tu imagen.

No he de temer mi muerte
pues en ti viviré…

(Así cantaba el Cisne
de Avon, mientras se hundía
en tierno y dulce niño.)
De «Tríptico del Tiempo, la Belleza y la Muerte 1974- 1976
Cuenca, El Toro de Barro, 1983

Poema de la falsa belleza

balanceo e n t r e lenguas /
de turba verdemar /

lluviosa lumbre arriba /
c o n t r a
un secreto cáliz /

ssssssssale sssssssilbante ssssssuerte /
del arco
de
Diana /
sorprendiendo una brisa /
que mas-
turba
a
la
hierb-
a
De «Cacería» 1973 Madrid, Playor, 1983

Poema de la mañana que raya

el palafrén del astro
sobre
un blanco / caballo
revestido de gualdrapas /
deshoja por la niebla –arco suave / de agua alada–
murmullos
risas
rosas /
empuña
esgrime el rayo de la luz / primera
ya gardenia
dalia
ya /
santuario de las llamas
descendiendo / la estrella
strelitzia
crisantemo /
en la bruma del véspero
tocando / el horizonte que
confunde flores / de mirto
lunas con
narcisos negros /
o los pies del heraldo de la muerte
De «Cacería» 1973
Madrid, Playor, 1983

Poeta tebano hacia el 422 a.c.

He sido báculo de las musas, dulce
recipiente sonoro de himnos a los hombres
que, al son de flautas lidias, devenían
estatuas de dioses por mis versos.
Ahora, aquí, en Argos,
en el año noventa y seis de mi existencia,
solo abro ya la boca para cantar a Zeus
que, magnánimo, aún regala a mis ojos
la frescura y la gracia
de las brillantes formas adolescentes.
De «Acrópolis» 1984-1995
Barcelona, DVD, 2011

Sandro Boticelli (1444-1510)

I
Un azul de cobalto transmuta la distancia
en santuario nocturno de cuyo laberinto
salva el hilo de luz del laúd de un arcángel.

Lírica línea, tu alma, miniada de lejanos
y misteriosos soles, cielos, lunas, avernos,
invoca en la pintura un jardín sideral
donde los dedos gustan arquitecturas frías
y deshojan los blancos jazmines de la carne.

Sangre en gemas, carbunclos; vocerío de hierbas,
la cabellera al aire de la Idea; hibisco
de fuego que introduce su enloquecido estambre
en la curva perfecta de un daimon imposible.

Yo no busco tu cuerpo traspasado de saetas
en el dulce y amargo combate del amor
que cuanto más fulgura más hiere, ni tu ser
de Centauro y Minerva, tierra y aire a mitad,
sino el pulso instintivo de tu daga o pincel
que eterniza un suspiro sacrificando su oro.

Luz-iris de Eros suave, sobre silentes labios.
Mancebo de marfil palidece el paisaje.
La materia hecha nube aproxima los mundos.

Al sentir en su torso el apremio de Céfiro,
fastuosa y virginal Flora enciende el vacío.
En los ojos de Venus, Amor azul. Mercurio
calza sus alas puras para beberse el éter.
La Belleza en tres voces aquilata manzanas.

II
A muerte, en el retablo, seduce el níveo virgen.
El pincel insistiendo en cabellera intonsa,
barnizando muy lento la azucena del sexo,
labrando los diamantes de la esperma primera.

Inocente verdugo de los idólatras
poseídos del filtro del color y la línea,
sueñas en la aparente laxitud de tu lucha
bajo el hermoso pie de la Victoria-Idea.

Si una granada cede su rubor a un dios niño,
no es su pulpa edén, sino la tierra entera.
El Carro de las Hora arrasará los labios,
pero el sabor del beso late infinitamente.

El tirso es lo fugaz; la columna, lo eterno.
Liturgia de los sueños para vencer la Sierpe.

Indefensas beldades por el tiempo cuarteadas
espejean el futuro. En él, ver reflejado
las muletas que arrastran la vejez de su artífice.

Ya no miras el mundo, que es falso. Haces que nazca
en el postrer instante un dios del lienzo. Todo
se ha cumplido. Y asciendes en un abrazo de ángeles.
De «Columnata» 1973-1974
Valencia, Ediciones Ojuebuey, 1990

Tumba de Ícaro

Aquí, junto a las alas deshechas de las olas,
reposa fría sombra de juvenil desnudo,
ya tránsito sin nombre más allá de los astros,
para nunca volver a ser su ser.

Perpetua
resuena una perdiz en el azul radiante.
De «Acrópolis» 1984-1995
Barcelona, DVD, 2011

When forthy winters shall besiege thy brow

te impones que su antorcha joven prenda en tus versos
la materia danzando su designio de gracia
y lo tomen por faro náufragos de la vida
aunque ya no responda ni su sombra a su sombra
y aun sabiendo que nunca podrán imaginar
la enigmática luz tan rubia de su cuerpo
porque nunca regresa
ni siquiera en un dios
De «El Perfume de la Pantera» 1982-1983
Valencia, Instituto de Estudios Modernistas, 1999

Zwiefalt

Por la noche, cansado de aprender
tantas cosas inútiles, te pierdes
en cualquier paraíso artificial.
Alguien te pide fuego con los ojos.
Lo fijo y lo volátil de la carne.
Apura de su ser la negritud.
No has de temer que lleguen esas noches
en que nada merece ser vivido.
Para tenerlo nuevamente, escribe
de un ser entre Ganímedes y Venus.
Y, en tus versos, corónalo de rosas
y de violetas, porque es ella y él.
De «El Perfume de la Pantera» 1982-1983
Valencia, Instituto de Estudios Modernistas, 1999

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Las palabras – Mario Benedetti

No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Autor es esta páginna

Donaciano Bueno Diez
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