MIS MAESTROS POETAS

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...-la tarde cayendo está-.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;
por lo qual
mi despedida fué tan triste.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RAFARL POMBO

Dame, ¡oh Dios! tu bendición
Antes de entregarme al sueño,
Y de todos los que yo amo
Cuida tú mientras yo duermo.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color,
y la rosa todo amor;
el jazmín de honesto olor,
la azucena religiosa,...?.
Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FELIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección. Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

NICOMEDES SANTA CRUZ

Cómo has cambiado, pelona,
cisco de carbonería.
Te has vuelto una negra mona
con tanta huachafería.
Te cambiaste las chancletas
por zapatos taco aguja,...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

JOSÉ ÁNGEL BUESA

Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

JORGE LUIS BORGES

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

FEDERICO GARCÍA LORCA

Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

BLAS DE OTERO

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

RAFAEL ALBERTI

Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo...

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

ANTONIO MACHADO

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...-la tarde cayendo está-.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS POETAS

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Este amor que ha venido de repente
y sabe la razón de la hermosura.
Este amor, amorosa vestidura,
ceñida al corazón exactamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SALVADOR DÍAZ MIRÓN

En buen esquife tu afán madruga,
el firmamento luce arrebol;
grata la linfa no tiene arruga;
la blanca vela roba en su fuga
visos dorados al nuevo sol.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARQUÉS DE SANTILLANA

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.
la respuesta non devida
que me diste;
por lo qual
mi despedida fué tan triste.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RAFARL POMBO

Dame, ¡oh Dios! tu bendición
Antes de entregarme al sueño,
Y de todos los que yo amo
Cuida tú mientras yo duermo.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

Recuerdo que en los días rosados de mi infancia,
la abuela…(¿de quién son los abuelos?, ¿de los niños?),
solía por las noches, cuando la tibia instancia
parecía una caja de dulces de la luna,
contar historias viejas. Hoy ya no sé ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS FERNÁNDEZ DE MORATÍN

Amor, tú que me diste los osados
intentos y la mano dirigiste
y en el cándido seno la pusiste
de Dorisa, en parajes no tocados;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

TIRSO DE MOLINA

Que el clavel y la rosa,
¿cuál era más hermosa?
El clavel, lindo en color,
y la rosa todo amor;
el jazmín de honesto olor,
la azucena religiosa,...?.
Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL CELAYA

A veces me figuro que estoy enamorado,
y es dulce, y es extraño,
aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.
Las canciones de moda me parecen bonitas,
y me siento tan solo
que por las noches bebo más que de costumbre.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FELIX MARÍA DE SAMANIEGO

Apacentando un Joven su ganado,
gritó desde la cima de un collado:
¡Favor!, que viene el lobo, labradores.
Éstos, abandonando sus labores,
acuden prontamente,
y hallan que es una chanza solamente.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO ALDANA

Clara fuente de luz, nuevo y hermoso,
rico de luminarias, patrio Cielo,
casa de la verdad sin sombra o velo,
de inteligencias ledo, almo reposo:
¡oh cómo allá te estás, cuerpo glorioso,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME SABINES

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección. Lee y disfruta de sus poemas...

MANUEL GUTIERREZ NÁJERA

Los pájaros que en sus nidos
mueren, ¿a dónde van?
¿Y en que lugar escondidos
están, muertos o dormidos,
los besos que no se dan?

Lee y disfruta de sus poemas...

LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN

¿Qué acecho de dolor el alma vino
a herir? ¿Qué funeral adorno es éste?
¿Qué hay en el orbe que a tus luces cueste
el llanto que las turba cristalino?

Lee y disfruta de sus poemas...

DÁMASO ALONSO

Tú le diste esa ardiente simetría
de los labios, con brasa de tu hondura,
y en dos enormes cauces de negrura,
simas de infinitud, luz de tu día;

Lee y disfruta de sus poemas...

ROSALÍA DE CASTRO

¡Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

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LUIS ROSALES

Abril, porque siento, creo,
pon calma en los ojos míos,
¿los montes, mares y ríos,
qué son sino devaneo?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

VICENTE ALEIXANDRE

¿Qué firme arquitectura se levanta
del paisaje, si urgente de belleza,
ordenada, y penetra en la certeza
del aire, sin furor y la suplanta?

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JAIME GIL DE BIEDMA

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LEÓN FELIPE

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar.
Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,...

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MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ ZORRILLA

¡Ay del triste que consume
su existencia en esperar!
¡Ay del triste que presume
que el duelo con que él se abrume
al ausente ha de pesar!

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MIS MAESTROS-POETAS

JULIA DE BURGOS

Yo vengo de la tierna mitad de tu destino;
del sendero amputado al rumbo de tu estrella;
el último destello del resplandor andino,
que se extravió en la sombra, perdido de tu huella.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUANA DE IBARBOUROU

A ártico cielo y soles de Brasiles
bajo palio de heridos corazones,
a ociosa espuma y a fluviales sones
anda el Sagrado Corazón en lides.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

MARIO BENEDETTI

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

NICOLÁS GUILLÉN

¿Cuándo fue?
No lo sé.
Agua del recuerdo
voy a navegar.
Pasó una mulata de oro,
y yo la miré al pasar:,....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

OCTAVIO PAZ

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUTIERRE DE CETINA

Excelso monte do el romano estrago
eterna mostrará vuestra memoria;
soberbios edificios do la gloria
aún resplandece de la gran Cartago;...

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MIS MAESTROS-POETAS

MANUEL ALCÁNTARA

El mar, el mar y tú, plural espejo, 
el mar de torso perezoso y lento 
nadando por el mar, del mar sediento: 
el mar que muere y nace en un reflejo. 

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JOSÉ BERGAMIN

AGUA sólo es el mar; agua es el río,
Agua el torrente, y agua el arroyuelo.
Pero la voz que en ellos habla y canta
No es del agua, es del viento.

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MIS MAESTROS-POETAS

CONCEPCIÓN ARENAL

Había en un lugarón
Dos hombres de mucha edad,
Uno de gran sobriedad
Y el otro gran comilón.
La mejor salud del mundo
Gozaba siempre el primero....

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GABRIEL Y GALÁN

Cuando pasa el Nazareno
de la túnica morada,
con la frente ensangrentada,
la mirada del Dios bueno
y la soga al cuello echada,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GLORIA FUENTES

El burro nunca dejará de ser burro.
Porque el burro nunca va a la escuela.
El burro nunca llegará a ser caballo.
El burro nunca ganará carreras.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

AMADO NERVO

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

Lee y disfruta de sus poemas...

LOPE DE VEGA

Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando van los tres delante.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Esparce octubre, al blando movimiento
el sur, las hojas áureas y las rojas,
en la caída clara de sus hojas,
e lleva al infinito el pensamiento.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

LUIS CERNUDA

Ventana huérfana con cabellos habituales,
Gritos del viento,
Atroz paisaje entre cristal de roca,
Prostituyendo los espejos vivos,
Flores clamando a gritos
Su inocencia anterior a obesidades.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

FRAY LUIS DE LEÓN

Aquí la envidia y mentira
me tuvieron encerrado.
Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

RUBÉN DARÍO

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

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MIS MAESTROS-POETAS

FRANCISCO DE QUEVEDO

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

SAN JUAN DE LA CRUZ

En una noche oscura
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

SANTA TERESA DE ÁVILA

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS-POETAS

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

Volverán las oscuras golondrinas
De tu balcón sus nidos a colgar
Y otra vez con el ala a sus cristales
Jugando llamarán.

Lee y disfruta de sus poemas...

MIS MAESTROS

MANUEL MACHADO

Yo, poeta decadente,
español del siglo veinte,
que los toros he elogiado,
y cantado
las golfas y el aguardiente...,
y la noche de Madrid,...

Lee y disfruta de sus poemas...

LUIS DE GÓNGORA

Mientras por competir con tu cabello
Oro bruñido al sol relumbra en vano,
Mientras con menosprecio en medio el llano
Mira tu blanca frente al lilio bello;

Lee y disfruta de sus poemas...

PEDRO SALINAS

A esa, a la que yo quiero,
no es a la que se da rindiéndose,
a la que se entrega cayendo,
de fatiga, de peso muerto,
como el agua por ley de lluvia.

Lee y disfruta de sus poemas...

JORGE MANRIQUE

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte,
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;

Lee y disfruta de sus poemas...

MIGUEL HERNÁNDEZ

Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma, ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Lee y disfruta de sus poemas...

RAMÓN DE CAMPOAMOR

En este mundo traidor
Nada es verdad ni mentira:
Todo es según el color
Del cristal con que se mira. 

Lee y disfruta de sus poemas...

ALFONSINA STORNI

Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

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PERDÓNAME SEÑOR (Mi poema)
Juan Sierra (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Perdóname, Señor, si hoy he pecado,
pues lo único que yo hice fue pensar,
si no tuve intención de molestar,
solo intenté expresar lo que he pensado.

Perdóname, Señor, si mi cerebro
no para de incitarme a razonar,
no sabe regatear ni hacer requiebro,
y en su esencia se encuentra el opinar.

Perdóname, Señor, te lo suplico,
¿por qué es que a mi me quieren condenar
y hay muchos que se ofenden al yo hablar
y por qué el razonar yo reivindico?

La pira en que me inmolan no merezco
pues que a nadie hice mal. Si es mi penar
hacer siempre camino al caminar
y a quien manda, el cerebro, yo obedezco.

Si he de creer en ti, aquí te ofrezco
mi cuerpo, mi alma, mi espíritu, mi ser,
haz que mis ojos más no puedan ver,
descárgame la pena que padezco.

Yo quise huir del mal, yo he perseguido,
algunos no entendieron mi mensaje,
incluso que anduvieron mi paisaje
y a leyes de Abraham no obedecido.

Aunque quiera agarrarme no hallo un clavo,
nada a lo que aferrarme con denuedo,
quisiera lo inventar mas yo no puedo,
y cuando ya lo encuentro lo desclavo.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Juan Sierra

Juan Sierra

Trafalgar

A Rafael Laffón

En el perfume de una alcoba recién esterada

Encima de la cómoda
en un fanal con amores napolitanos de piernas de leche y bigotes finísimos
Cuando los cristales de los balcones muy bien cerrados
permiten que se comuniquen todos los cuartos con temerosas claridades de ascensión
y se distinga perfectamente el fondo de los cuadros más altos
Hay cajones que nunca podrán abrirse
en la certeza de que el mar es más temible mientras más azul

Entonces
Cuando un mediodía nos demuestra
que el recibidor del convento recorta en amarillo un chorrear de pájaros
y que los bancos de sal se hicieron con velas de fragata bajo un reinado femenino
Cuando alardean las playas su seguridad de ser olvidadas

Entonces
En la analogía de los sillones de plata con el resplandor de los inventos a cuarenta por hora
En la peluca de la anciana que zurce ropa bordada
en el rayo de sol que abre un domingo la soledad de la casa
En esa hora en que el almanaque no sirve para nada

El almirante encorsetado en oro exprimiendo su pecho lazos de seda blanca

Cristales frente al puerto

A Francisco Pachón

No sólo el desparpajo de los ladrillos ante la muerte de un padre de familia
Ni la cerveza dominguera entrando a sangre y fuego en los metales de la feria
Sino todavía una lumbre asiática amortiguada
en la convalecencia de panales y cuervos
O una tregua en aquel desorden resbaladizo del norte que exportaba corazones bajo la nieve.
Pero en todo caso
El sofá de la tarde
que ya se va enfriando en los postes de amarre
resecos
de batallas navales
o en el armisticio que firma un labio de mujer cuando se le dice bella
a la luz donde los titiriteros se remontan a fuerza de hambre
y los corales raídos del aire friegan el urinario
de nuestra conciencia que va desnuda
por un alambre de angustia
a los mataderos del cielo

…CTS. (Todo comprendido)

A Ernestina de Champourcín

Ese tranvía que barre las acacias de una avenida Sur
perfecciona un airoso túnel de sombra
a la temperatura en que fermenta un santo
entre claridades de ácido fénico y osamentas irónicas

Es la hora en que los soldados se visten de gala
con picos de nieve cruzados de sol
y las más altas bibliotecas trillan su ciencia en la flexibilidad del mar

La disciplina del mundo se quiebra en esa sombra que dan los eucaliptus
plantados en los andenes de las estaciones solitarias

Más tarde
un bergantín a contraluz soñaba el peso de las distancias
cuando el amor inventó el ángulo recto
Los aires refrescan epílogos de jazmín
en la nuca verdosa de administradores incorruptos
Yo lo he visto desde las laderas del crepúsculo en el mes de junio
El murmullo de Italia
ahonda el trote de esos caballos negros que llevan violetas en las sienes
Los colegios del Norte demandan la intrepidez rosa de la carne vencida
y la sal antigua sorprende un retablo hecho con oro de almendras
Mi afán morado se resecaba entre la angustia de los dos Continentes
y mi corazón corría al nivel de esas estanterías con baranditas
que existen en el interior de los grandes almacenes de calzados

Era en los comienzos del siglo XX

Bombardeo de poblaciones abiertas

(Sevilla, 1937)

A José María Cossío

Se ahogó el silencio en una tumba sin poros

Las calles se han regado con una claridad de inmediato suplicio
El espacio de los ángulos refleja una agresividad contenida
A los pájaros como siempre no les importa nada de lo que ocurre
El campo siempre ha sido aquí blando y verde
Siempre han brillado en el río los materiales de esta ciudad
Un pequeño vendedor de periódicos escudriña el cielo
Donde se rumorea una esbeltísima experiencia de motores

De pronto una estrepitosa novedad que retiembla
Y molesta mucho
A las bestias enganchadas en los carritos comerciales de reparto
Es la defensa antiaérea que ataca
Grandes pisotones lentos y negros sobre la tierra le contestan
Son los que realizan el servicio
Todas las digestiones se cortan con una frialdad despreciativa
Todas las azoteas alumbran resignadas el centro de su espoleta
Los ojos de las jóvenes compadecen a un moribundo invisible
Vemos que nuestra madre es también una criatura muy pequeña

Siguen las salvas en honor del gran cadáver del silencio
La luz se ha recogido en el aire con una serenidad de otro tiempo
Yo pienso en las naranjas embaladas que están sobre los muelles obligadas a jugarse la vida
Los enormes émbolos del odio vuelven a sacudir profundamente la tierra
Ya los relojes marcan sangre arrabalera entre vigas y ladrillos
Todos los años que puedan quedarnos de vida son manteados con indiferencia por una gran burla
La ley de la gravedad se desarrolla majestuosamente con una ira correctísima
Algo se reza mientras los oídos vigilan escondidos a la muerte

El silencio ha vuelto del cloroformo
Una soledad de geranios fracasados ya tomó nota de la venganza
La Cruz Roja vuela entre teléfonos y calles desiertas
La sirena final anuncia que el día ya ha envejecido
Y nosotros por esta vez hemos tenido suerte

Ayer y hoy

De un alba negra y lisa sin recelo
y un sabor a galleta tripulante,
nació este no fijarse en la medida
que sueña un halo para cada cosa.

De un pecho bajo y firme para el lloro
y la blancura opaca vigilada
por los palos de aquel barco noruego
atracado muy lejos de los muelles.

De un morado y sexual rapto de nube
a caballo en la luna de mi infancia
entre el verde alumbrado de las ocho
y el ramaje movible de algún cine.

De la niebla de aquel despacho donde
con legajos de un húmedo silencio
se hallaba disecada en su vitrina
la fragata que un día mandó mi abuelo.

De la piel de unos ojos en el claro
tibio cielo de marzo el año aquel
de barro y lluvia en que la primavera
sólo lució en las piedras de la calle.

De la sombra de añejo oro pulido
con manzana del trópico y almendro
o nublado regalo junto a un río
al acecho de música y piragua.

De algo de todo eso fue mi ayer:
demasiado altas las estrellas
para el regazo de quien oye un tiro
buscando caracoles en la playa.

Hoy que ya fue alejada en lo preciso
la joya del recuerdo al aire libre
sólo quiero la paz de lo que tengo
sin muebles con señales de naufragio.

Por un minuto de virtud serena
doy el amor más áspero y durable:
el amor que este clima de mis huesos
lleva -oh ángel de tierra- en su memoria.

Hoy mi dolor lleva el sonido claro
de muchas aguas como si tal cosa:
el perenne sonido que el azogue
del alba oye en los mares de mi sueño.

Sólo quiero girar la redondela
del Arte en el silencio de mi vida
por si logro vencer en lo posible
la sonrisa de algún marino loco.

Dejar en oración de pardo vuelo
ese beso tan grande nunca dado
que sepulta lo ciego de mi pena
con chaquetas de mármol en el aire.

Y a ver cuándo soy yo uno de esos muertos
que arrojan a diario las ciudades
en su promedio sol de defunciones
sin que el té de la noche se suspenda.

Sueño

Para Abelardo Linares

Anónimo, profundo, varado en la negrura,
un viejo buque yace junto al acantilado.
Un silencio pirata funde su arboladura
con la grandeza inmóvil y triste del pecado.

¿De qué amatista isla o nodriza ternura
descolgó un mudo gajo de horror lo inesperado?
Bajo aquel luto ciego de coral y amargura
surge la pena en vilo de cuerpo ajusticiado.

Y no son malhechores de Cantón o de Riga
los que aflojan el pecho mandíbulas y bocas
que amortaja la luna con cintillos de guerra.

Ahorcados, tallados en las húmedas rocas,
con el puñal del alba cosido en la vejiga,
son marineros lentos de la dulce Inglaterra.

Isla de Panay

Aún queda un resto de telescopio en el zaquizamí donde se pudren
las casacas galoneadas de los marinos
Aún resiste mi tía Paca tras los cristales de Cádiz su viudez
Allá va un sol contrabando de suspiros a cada golfo del atardecer
El mar se deja robar sus conchas por la mirada de un pobre hombre
Aún el oro es amarillo y Trini es un nombre

Yo me amplío tenue de malecones encendidos
al país donde la gente no se levanta para hablar
y las niñas moderan su risa en valles de percal
Mi corazón silba en gasas de ron
en etiquetas de esas botellas que no se venden nunca
los días en que las banderas caen por su propio peso

En las factorías se embalsaman las madejas de aire
El invierno se inclina hacia atrás como los palos de un navío
No quiero hacerte comprender lo que hay más allá del horizonte
Deja que las colonias se cautiven los domingos
y ese retumbo de pozo que nos recuerda los primeros salones de cine
Alegría de naufragar que brota en las aceras desiertas
Esperanza ya antes de nacer
todavía en el vientre de nuestra madre
de un clima con sordina de olvido

Un corto paseo

Estos paisajes son de cuando yo ya hubiese muerto
Algunos amigos de mi edad han muerto y no verán estos paisajes
Dios mío yo me aprovecho y los veo los miro antes de morir
Veo este progreso de la ciudad este cielo que se compadece de toda esta juventud
agobiada por la dictadura del trabajo
bajo la enorme generación de la especie humana
sin rincones de tabernas inglesas con barriles pintados de negro y rojo
sin clima ni horizonte para que sueñen lejanías mis ojos
sin fragatas ni islas desconocidas donde se profundice mi virtud
sin recogimiento de cales que archiven tragedias familiares
sin oro de retablo de iglesias pueblerinas que me apartaron de alientos de mujeres

Estos espacios residenciales estos bloques enormes de viviendas con sus pedruscos
grises exiliados en sus parterres
son fríos a mi recuerdo
son extraños a mí
son para los jóvenes no para que yo los disfrute
Parece que los estoy mancillando con mi presencia
como si me recreara en los pechos de una tanagra

Yo creo Dios mío que ya ha llegado irremisiblemente
naturalmente
mi hora de morir
Supongo que voy muy retrasado en mi muerte

La vejez

Para Alejandro Mateu Ros

Aquí estoy sometido al tiempo
altivo por la costumbre del dolor
mi corazón ya herido para siempre

Ningún ángel infantil sostiene mi mano
ningunos ojos compadecen mi firmeza
estoy solo
solo y terrible pero pienso
pienso en recuperar algún día el amor que no supe tener a los que me amaron
en poder ofrecer alguna vez a mis muertos la nobleza de mi silencio la tortura de mi
sangre los trabajos de mi esperanza

Aquí estoy al borde del final
ya falta poco para que termine
esta lucha admirativa por la frescura del mundo
esa ráfaga olorosa que iluminaba aquellas noches primaverales de la juventud
ese breve saludo que se cruza entre dos desconocidos
mientras regresan a su barrio después de la jornada
esta inmensa obligación de permanecer en la vida
esa palabra del hombre que juega suelta en el aire de la Creación

Cuando todo esto desaparezca
cuando todo termine
envíame señor ese ángel infantil que sostenga mi mano
esa mirada tranquila que compadezca mi firmeza

En un pueblecito de Milán

Los amigos se habían ido
Y quedé solo en aquel bar al borde de la carretera
Solo con todo el dolor de mi cuerpo con todo el peso de mi vida
Había una quietud suprema un silencio extraño y diferente
El silencio como un duelo con la conformidad inapelable del mundo
Yo estaba en un pueblecito de Milán
Pero no se veía el pueblo
No se divisaba ningún caserío en mucho alrededor
Acaso alguna pequeña fábrica aislada como una prisión en la tierra calurosa de junio
Ella cruzó con el último sol de aquella tarde de verano
Cruzó aquella muchacha la carretera montada en su bicicleta con dos botellas de leche
colgadas del manillar
¿Quedaría muy lejos el pueblo?
¿Llegaría tarde esta muchacha a su destino?
¿A lo largo de los años se ensangrentaría con la corona de los celos?
Yo seguía inmóvil frente a mi gran copa de coñac en aquel bar solitario al borde del camino
Inmóvil e ignorado por todo el universo
Lenta rueda la bicicleta de la muchacha segura de sus recados
Y lenta rodaba la tarde al aire libre de presagios
Mientras el tiempo se devoraba a sí mismo sin consumir nunca la inmensidad de su angustia

Muchacha cruzaste muy despacio por la carretera
Pero también cruzaste muy despacio por la tierra de nadie que atraviesa mi alma
Al final de los siglos recuérdame Señor lo que viví en ese pueblecito de Milán
Abrázame con aquel momento de dicha misteriosa y amarga
Abrázame con aquella muchacha de la bicicleta con aquel cielo resignado a su color
Abrázame con aquel instante silencioso desierto postrado en lejanías de tristeza insondable

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Donaciano Bueno Diez
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