SEMBRANDO… VERSOS (Mi poema)
Héctor Urruspuru (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Yo siembro aquí mis versos cual labriego
en surcos va extendiendo las semillas,
gozando al ver lucir las florecillas
-haciendo acopio de agua para el riego-,
que pintan sus colores sobre arcillas.

Cual campesino que humilde e iletrado
intenta con primor urdir su oficio,
rogando no le envié al precipicio
pues que nadie está libre de pecado
y evitando el sujeto pierda el juicio.

Valorando el esfuerzo que ha costado
habiendo de cuidar el desperdicio,
sabiendo calcular el beneficio
de aquello que recoge, que ha sembrado,
y evitando al finado algún suplicio.

De brozas, de pedruscos, de hierbajos,
que al tiempo deberá él ir escardando,
entre dudas del tiempo navegando
y sueños en constantes altibajos
sembrando y recovecos resembrando.

Del terreno baldío o aun barbecho
deberá conseguir que den sus frutos
que no sean escuálidos, enjutos,
mostrando que el trabajo fue bien hecho
y nunca por desidia disolutos.
©donaciano bueno

MI POETA SUGERIDO: Héctor Urruspuru

Héctor Urruspuru

EL HOMBRE MEDIÁTICO

Quisiera que tu poema me llegara desde lejos, desde los campos.
Voceado por la gente.
En charlas de camioneros al costado de la ruta.
No quisiera jamás verte editado.
Ni que se molestaran por tus escritos en las radios.
Que tu poema tuviera el olor del lugar donde fuera comentado.
Y que se leyera entre líneas que creciste a base de aguas sanas,
y de hogazas de pan, (como hogazas de Dalí),
levadas entre trinos de pájaros.

Pero que ni se piense que tu poesía fuera por ello
banal, simple, cotidiana.
Que quedara en claro
cuan convocante de los humildes del nuevo orden
restableciente de los enfermos terminales
inspiradora de los suicidas
fuera.
Y la manera de arengar, disponer, reagrupar.
De fuegos de revolución y con esencias necesarias,
y repentina, como el beso liberador de la tormenta en espacios abiertos.
Con el poder para derrocar a los corruptos
y al hombre mediático y sin juicios previos
sus fusilamientos.

No.

Que no se masturbara tu poesía.
No hiciera zapping.
No comprara histérica los nuevos mouse.
Nuevas release del software, como nuevos liftings en Brasil.
Información. Más información.
Información como drogas duras.
Duro hardware duras retinas enfermas.
Piel blanca pegada a la pantalla.
Sonrisas de brillo irreal,
como muerte auto-asistida en la madrugada.
Titulares gritados.
Información. Más información.
Como sexo pagado. Como coima.
Como fraude, estafa, mentiras. Imágenes. Imágenes.

Veloz hombre mediático.
Corazón de Movicóm.

Un poema tangible.
En el viento.
Que toda mi alma cansada
y lo que resta de mis dedos con sabor a dólar
esperan.
Un poema no editado.
Que llega entre murmullos. Como lluvia que se vuelve río.
Desde lejos.
Desde los campos.

SIN TÍTULO (DEL LIBRO ‘POEMAS A MARU’)

I
Te extraño amor te tengo miedo.
Dulce de caramelo sos el sueño húmedo de un acorde.
Ninguna mujer nació tan expuesta para la pasión
para el simple néctar de un beso desnudo
… en la madrugada
nadie como vos …

Dulce de frutas silvestres demasiada es mi suerte.
Corazón de terciopelos memoria de panaderos en el viento.
El final es inevitable entonces.
Porque tanta luz jamás es posible inasible.

Del oro y del diamante escapo.
(Las criaturas de la luna no pueden permitirse vivir…)
De ser millonario escapo. De tener al mundo a mis pies.
Ser tan necio (100 latigazos de cobre en mi espalda
por ello).
Ser tan idiota (decapitación al mediodía
por ello).

En el diamante la luz siempre queda atrapada.
En la superficie del oro las manos tiemblan.

Y tu piel que bebe de mí
Tu mirada con orejas escuchando mi voz.
Dibujo en un papel a tus brazos.
Tengo frío a lo Klee entre tus brazos.

En la bolsa de valores cotizan alto los dolores
las angustias
las horas neutras en las que el Movicóm no suena.

Y se suicida el mejor director de empresas de la UADE
desde uno de los riscos de Catalinas Norte y es un gorrión
un humilde gorrión con corbata que va hacia abajo, en el aire
en los titulares del matutino
sobre su escritorio
se leía: «Y María no llama…».

Sin embargo.
La simple lluvia las gotas los vidrios templados dorados
todo mi amor es tu cuerpo enamorado
Paseo Colón
Plaza Roma todo El Bajo

todo es tu cuerpo enamorado.

La soledad es un cuerpo tapado con diarios.

II
Mi corazón está siendo demorado por la Policía Federal
– Documentos por favor. Cómo se llama?
– Mi nombre es: “Un ser precipitado y sin amaneceres”
– Dónde trabaja?
– En el filo cortante de todas las lunas
porque la luna es plana como el espiritu aplastado
17 pisos hacia abajo “se arrepiente el suicida

pero solo mientras está en el aire
duro tamiz el suelo
que solo dejó pasar el alma
derechita pa’l infierno
como con envión de rayo negro”
– A dónde se dirigía?
– A llorar ¼ del río enladrillado que sea más fucsia
a sentir melancolías, si me recuesto en los herbazales del oeste
a ser triste azul ocre, sobre todo ocre, debajo de cielos de acero
estaciones de trenes “que de colado que iba”
puentes que cruzaba en la infancia
a tener frío en la espalda no sobrevivir
extrañarla… en todas las tormentas del estío nieve y anorak naranja
a no olvidarla jamás… jamás
– Está bien puede continuar… disculpe Ud.
– No. Por favor… me puede fusilar aquí contra el suelo?
debajo de éste puente adonde hemos llegado,
como parte ineludible del cuento,
aquí oficial, en la Gral. Paz y la vías del San Martín?
Sería tan amable de dispararme Ud. en la nuca?
Yo no se lo voy a contar nunca a nadie…
por qué no me ayuda?

Qué poca voz tienen los cuerpos en el suelo.

III
María es ahora el silencio de las estrellas.
De esta forma busca ella
(su naturaleza)
en vano a las regiones del olvido.
Yo al fin he perdido a todas mis posesiones.
Pero repito: “no he perdido la memoria”.
Agrego: desnuda mi imaginación como Asís
como Asís
ante la opulencia pecadora de una Catedral Gótica
frente a un abismo estoy de rodillas señor.
Y sangra mi corazón hasta agotarse. Señor.

María es ahora el unívoco silencio de las estrellas…

CUERPOS RECIÉN AMADOS

Si hay algo que quisiera decir,
antes de que la naturaleza me vuelva síntesis
(trazos de carbonilla),
es que amo, profundamente,
el olor de los cuerpos recién amados;
y la falta de orden en tu pelo y en tus gestos,
que quién sabe, de qué alturas vienen bajando…

Si hay algo que quisiera escribir
(dulce patrimonio de lo que es gemido)
(confesar)
es que soy un pintor y un músico fracasado
(sí)
sin embargo, la levedad azul de tu espalda en el cuarto,
es canción en cuerdas de acero
y un aguafuerte desmesurado;
y generan, el camino… demoradamente largo
de tus piernas desnudas que van,
de la cama perfumada al espejo del baño.

Naturaleza y síntesis, entonces. Carbonilla y trazos.
Quebrado amanecer de miel. Ruta solitaria.
Que seguramente no seré de ti, ni memoria de a ratos.

Pero hay,
hay algo que quisiera decir
(deliberada criatura de azúcar y cabellos despeinados);
y es, que amo… profundamente…
el olor de los cuerpos recién amados.

VIENDO LOS COMETAS

Los cinco estábamos en la vereda, viendo los cometas.
Los cinco éramos mutilados de la guerra.
En nuestras manos vasijas de terracota
así en nuestros iris: galerías secretas de Egipto.
El gato velaba nuestros insomnios de nieve y morteros.
Nuestra mente era un cruel fenakistiscopio;
siempre tu apergaminado cuerpo en los campos de Marte.
Siempre.

-Son diez pesos, señora-
Tahúres en desuso acicalaban la arena
la arena
la arena.

-Son diez pesos, señora-
Los cinco en procesión silente por la ladera
del Chomolungma.
Los cinco en una almadraba de alucinaciones,
senderos equivocados.

«Señoras, señores… el infierno es no saber qué hacer».
Las ruinas son amarillas.
Todo es antiguo.
Anubis danza en la calle iluminada.

-Son diez pesos, señora-
Fueron los bombarderos y los miembros desparramados
en los escombros de la escuelita.

-Son diez pesos, señora-
El bramar de los camellos, el aliento caluroso del desierto.
Los cinco descompuestos de dolor, la morfina
en el torrente sanguíneo.
Somos ruinas amarillas.
Somos ruinas amarillas.
Kheops Kefrén… Ghizeh… Karnak…
La luna en los hospitales.

-Son diez pesos, señora-
Mi pierna, tu brazo, mis manos, tus ojos.
La depuración de las razas
en la boca de un fusil
y en los belfos de un loco.

Los lobos no mueren.
Los lobos no mueren.

-Son diez pesos, señora-
Los niños flotando en el río
el Nilo flotando dentro mío.
La moneda tintineando en la copa de metal.

Los cinco estábamos en la vereda, viendo los cometas.

chango (de la serie FMI)

chango:
ya no salgo más con los tapones de punta
«porque sueños de melaza y de insecto
carayáes del monte…»
que aúllan salarios inexistentes
porque la tierra / la inundación…
no… chango…

la virgen va al frente
en las oraciones
junto al mate cocido
a vos te pagan en bonos /
golondrina jornalera
laceradas alas en la zafra

aquí
desde mi ventana en el Abasto
veo vías de ferrocarril bajo las lluvias de La Niña
Raúl Olarte que toca su quena
miro pasar
un gorrión tan marrón
como el trabajo negado

y mi amor que recién llega desde el Rojas
y ha colgado sobre la PC
un cuadro de Francis Bacon…
«diseñamos ‘El Aullido’…?»

chango:
y estos rieles / ya no conducen
hasta tus chacareras
canciones cada vez menos jugadas
apenas lo mínimo en los versos
esos donde decís:
«las cuentas del rosario están desparramadas…»

esta patria no viste tus ropas!
este pueblo habla inglés!
… como menhir
… como acupuntura negra de la tierra
te plantaron un Holiday Inn
sobre tus dolores de baguala

y el Discovery Channel que le muestra al mundo
los animalitos que viven más al norte
(con fondo de violines color del gorrión)
y de cómo el ecosistema teme
condena / tus sueños
los días de tu furia elemental
furia marrón
Señor: «llevar el fuego al monte…» soñás

chango:
hubieras deseado ser enterrado bajo un algarrobo
una honrada marioneta sin hilos /
llegar / digno / a esa charla con las nadas
(…. vos me contaste estas cosas una vez
en un bar peruano, comiendo cebiche
(ebrios) / de madrugada)

y hoy por la tarde que escuchaste
que dos de tus primos «usan hondas»
llevan el rostro cubierto con telas de lana gris
queman neumáticos en la 34
/ ruta de un país inglés…

sí…
ahora ya lo sabés
hago un fanzine muy humilde
que se llama: «El aullido»
que distribuyo en pubs literarios
en universidades / subtes
y tu foto tu historia / no salen en este número
hemos debido publicar una vez más
«poesía baladí…»
poesía que no sale con los tapones de punta
versos donde se habla de marcas de ropa
porcelana en tazas finas se bebe té
se redescubre a Boris Vian

chango:
oscuro extranjero
ves? cómo yo también te mentí…

LAS TERMITAS

La termita ha terminado su obra
se viene abajo la casa de la colina

muere una niña de bucles rubios

muere su padre
un joven profesional de Manhattan

la madre
oriunda de Connecticut se salva
había ido a su clase de aerobics

la abuelita queda con parálisis total

también mueren unas cuantas termitas
víctimas
de un feroz aplastamiento
y de un incendio posterior
en el ala oeste de la casa

en el ala oeste de la casa
donde hallan
el cadáver carbonizado
de la muchacha mejicana

de la muchacha mejicana
inmigrante ilegal
que limpiaba lavaba enceraba

clandestinamente
el padre se la culeaba se la culeaba
el padre, el joven profesional de Manhattan

pero ellas… las termitas
no cuentan en el recuento de víctimas
inocentes víctimas
todas
todos
y yo me pregunto:
¿cómo no lo previeron?
¿cómo no compraron en el shopping
un oso hormiguero?

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Autor es esta páginna

Donaciano Bueno Diez
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Hay algo más absurdo, me pregunto,que exista y…
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