UN CENIZO (Mi poema)
Sara Torres (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

Todo el día queriendo yo entenderte
y así uno tras de otro tropezando
y vuelta a las andadas pasos dando
para al final seguir sin conocerte.

Alguna vez en sueños quise verte,
mintiéndote quisiera ya olvidarte
y volver a mentirte para odiarte
y en tinieblas del verso ya perderte.

Pues por mucho que grito y que te llamo
ignorando tú haces oídos sordos.
Ya me cansé de echar. Siempre los gordos
gozan de los favores de otro amo.

He rogado al señor. Un padrenuestro
al revés me dijeron que dijera,
todo en vano. Lo mío ya es quimera,
que en el arte de azar no soy maestro.

Desesperado ya invoqué a la muerte,
asistí a un gran conjuro y ni por esas,
echando voy aquí palabras gruesas,
cenizo soy ¡maldita sea mi suerte!
©donaciano bueno

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Comentario del autor sobre el poema: Todos los días jugando con la esperanza de que la suerte algún día nos sea amable. Y ni por esas.

MI POETA SUGERIDO:  Sara Torres

perforar

abrir en el abdomen
como otro esfínter como otra boca
desde ahí
la puerta al mundo
y en el suelo
¿quién retorcida
con una langosta de tres pinzas
en la mano?
De ‘Phantasmagoria’ (La bella Varsovia, 2019)

blanco era alucinación

mientras turba destila los restos
un cuerpo jamás existió erguido
fingía en la tarde antes del siguiente pliegue
su mitad de oruga acartonándose
almíbar cargado hasta tocar el agua
saludo. varias cabezas de lombriz
tras cortar la tierra
y con ella
el gesto. luego ya no
membrana a sus grietas
todo el cuero cabelludo al descubierto
hay que dejarlo ir
hay que dejarlo ir mientras se está ausente
no se puede justo parar a observar
como caen
uno a uno

no se puede justo sujetar la conciencia
hay que dejarlo ir.
De ‘Phantasmagoria’ (La bella Varsovia, 2019)

Yo abro tu pecho con mis diez dedos

Yo retiro la presión de las costillas
Hasta que tus pulmones se hinchan con gozo
Aumentan en tres su volumen

El aire que incorporas te hace levitar
Sobre las sábanas
Con la obstinación del corcho
Abandonas el fondo
Te impulsas hacia la superficie

Yo insuflo más aire desde tu ombligo
No cesa esa sed
Algunas burbujas de oxígeno se forman
Desatan tu risa

Ríes voces
Rastreo la genealogía de tus cantos
Yo te pregunto
Tú contestas:

Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto

Tú me recoges y me llamas junto a ti
Diriges mi barbilla e introduces tu lengua
en esta boca de labios entreabiertos
Tú hablas dentro
Tú gimoteas y cantas dentro
Tú contestas:
Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto.

Los barcos van ciegos al faro

Por no navegar sola
en el terror de la noche
tu ser se hizo finísimo-flexible,
mercurio resbaladizo y danzante;
vestida de oscuridad también entraste en la noche
tras los pasos estirados el temblor de los tobillos,
soldados como férreos a los huesos de las piernas.

Vivida soledad contaminada en gentes,
muecas suplicantes de deseo y hambres
hacia dentro desde fuera miraste rostro a rostro
-los barcos iban ciegos al faro –

En el instante en que el vértice
ha cortado el alto techo
leer bajo la luz amarillenta de la noche la mentira,
un surco abierto como estría, allí nació la carcajada,
la voluntad, cordero amordazado en sus cuatro extremidades
reposando la cabeza al otro lado de donde sangra la herida.

Ver pasar los barcos como ciegos contra el faroque es no luz
sí murmullo de voces repetidas en la extenuación del tiempo,
oscuro resorte que en la soledad de las profundidades
despierta sobrecogedor grito de criatura marítima
atormentada por el ruido de los barcos en la noche.
*
Ahí, donde pierdo la mano
todo en mi cuerpo es materia dudosa.
La tirantez de la vena
el grueso paso de la sangre
hasta hacer sentir el tránsito.

Dolorosa, deseante materia
en la congestión de sus vasos
la estrechez de sus puertos
cerrada ya, en frente y canto
abierta tenebrosamente a sí misma.
*
¿Dónde estás enredada
tierna luna?
A qué vello, a qué aguas
a qué pequeño gigante
haces brincar, sonreír
retorcerse.
De qué huracán
eres la boca.

Ellas dicen

I
Allá las hienas van dibujando espirales
con su trote enloquecido
en torno a la mujer que te mira.
De sus bocas un aliento
es densa carcajada o niebla.
Es la mancha en la pupila
de la mujer que miraba
y ahora borracha de ese aliento
con la voz de la cobra en el oído
se convence de que no estabas al otro lado.

«MI» DENOTA POSESIÓN

Tu mujer ha cocinado el pan
ha servido el pan de tu harina
en la mesa de otro
y juntos han comulgado con ese pan.
Idéntico ritual, mismos gestos.
Tu mujer ha cocinado para otro
con la harina del que hubiera sido vuestro pan.

¿Tu mujer?
¿Tu harina?

ENTRE ANIMALES

Eres hermosa como la piedra
Oh difunta
Oh viva oh viva eres dichosa como la nave
Esta orquesta que agita mis cuidados como una negligencia
como un elegante biendecir de buen tono
ignora el vello de los pubis
ignora la risa que sale del esternón como una gran batuta
Vicente Aleixandre

Decías:
qué pensará este perro
de dos monos aquí fumando.
Apenas vello y vestidos
un cordel de lomo a lomo
partiendo levísimo en dos las espaldas
Nada del cuarto a lo lejos
los sexos desnudos sobre una manta gruesa
en sereno segundo plano
Preeminentes los ojos, la boca enramando palabras
el ralentí de la tarde
bella desnudez tranquila
que se avanza como un mercurio
de aromas dulces entremezclándose

Qué pensará este perro
-habías dicho-
de dos animales tan lentos
tan cebados el uno del otro
en somnolienta felicidad.

Yo abro tu pecho con mis diez dedos

Yo retiro la presión de las costillas
Hasta que tus pulmones se hinchan con gozo
Aumentan en tres su volumen

El aire que incorporas te hace levitar
Sobre las sábanas
Con la obstinación del corcho
Abandonas el fondo
Te impulsas hacia la superficie

Yo insuflo más aire desde tu ombligo
No cesa esa sed
Algunas burbujas de oxígeno se forman
Desatan tu risa

Ríes voces
Rastreo la genealogía de tus cantos
Yo te pregunto
Tú contestas:
Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto

Tú me recoges y me llamas junto a ti
Diriges mi barbilla e introduces tu lengua
En esta boca de labios entreabiertos
Tú hablas dentro
Tú gimoteas y cantas dentro
Tú contestas:
Sobre las voces nada sé que pueda explicarse

Tómalo así por cierto

La Dignidad Antigua de los Árboles

Nadie nos ha imaginado
queremos vivir como árboles
sicomoros resplandecientes en el aire sulfúrico
cubiertos de cicatrices y aún floreciendo exuberantes
nuestra pasión animal enraizada en la ciudad
Adrienne Rich

Tal vez
nadie nunca sepa
que un día hablamos las dos
la lengua de los árboles
creciendo con los troncos separados
abrazándonos bajo la tierra
las raíces
*
habitamos la ciudad tras las calles
donde la tierra es fresca y el musgo
nace a tonos violáceo y a tonos marino
donde el agua de las fuentes siempre clara
llena pozos de calor en invierno
y trae al verano el deshielo de la nieve
*
te he oído hablar
no dudo
el afinadísimo de los árboles
sonaba suave tránsito de savia
ocasional crujido de madera
no hubo en la ciudad quien se parase
conmovido por un temblor
o un susurro
*
te he visto pronunciar
la dignidad antigua de los árboles
y te he alcanzado
-vientre anidado en pájaros-
latías sin palabra
casi no sonido
orabas lento el pulso
de la vida.

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Donaciano Bueno Diez
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