Tal fue lo que escuché que no creía ¡no lo demores más, ya vete allí! Lo que digo no es pura fantasía, ni fruto de emoción o de empatía sorprenderá, cual yo me sorprendí.
Naya... Es ese nombre que rezuma poesía, dos sílabas llenas de afecto, dulzura, simpatía, ¿tendrá algo que ver con ese ancestral embrujo de algún maya...
¡Zoe, así se llamaba de nombre mi perrita! hoy ya nuestra mascota se encuentra muy viejita Feliz naciste un día para alegrar la casa jugábamos contigo, como un bebé de gasa.
La vida los demás me importa un pito, así que venga dios, les parta un rayo, cada uno habrá de hacer de capa un sayo, pues nada a mi me quita el apetito...
Una tarde cuando el sol se pierde en la lejanía yo cruzaba la Gran Vía de Madrid, con mi galbana a cuestas, y mi alegría, mi presencia casquivana, cartuchos en mi canana, de ojeo en la travesía.