Todo el tiempo naufragado entre la duda y ahora que setenta y cinco años tengo aun no sé ni a donde voy, de dónde vengo, si es que dios es Mahoma, Cristo o Buda.
Pasan los días, pasan las horas, pasan los años, las alegrías y sinsabores, los desengaños, cada minuto, sin darnos cuenta, la vida pasa, y a cada paso cerca el ocaso ya el sol se abrasa.
Desnudo de cintura para abajo, a solas con sus miedos y su sobra, rendido como humilde escarabajo, van pasando recuerdos a destajo vertidos a lo largo de la alfombra.
Hoy salió. Fue a comprar. Y se ha comprado una crema que dice crece el pelo, un potingue calmando irá su anhelo y una gafas que miran si el de al lado por ella al observarla está colado...