Eres bella, y presumes de sonrisa, sabes bien al mirar cuanto reluces, que eres flor que destaca en la repisa, que deslumbra al pasar si vas a misa bailándote al andar los arcabuces.
Dios, que al mundo creaste en siete días y en un sueño a Zazuar, quizá en la siesta, de un delirio, borracho, en una fiesta o en un lance hacedor de fantasías...
Un día no lejano hubo una guerra, vivir en ese tiempo era matar, los dientes se afilaron de una sierra trocando al español la vida en perra los odios disfrutando al pasear.
Mi calle tiene un halo de misterio, la valla de un colegio lame un lado a ratos silencioso, alborotado, de juegos de los niños es su imperio, yo miro y me recreo alucinado.