Palabras que se ignoran, palabras que se cruzan, que al corazón le encoran, que hieren pues se azuzan, palabras sin sentido que andan disimulando, que antes de hablar se han ido sin nadie saber cuando.
El mundo está atrapándose en sus flemas por culpa de una clase dirigente que olvida que es votado por la gente, espera que resuelva sus problemas y siente que le mira indiferente.
Yo intento comprender a los que ladran que son notoriedad dando codazos, y suelen escribir con gruesos trazos, empujando pidiendo que les abran, o a gritos disparándote a balazos.
De qué sirve ser bueno si nadie te conoce, si nadie te conoce nadie te habrá leído, si nadie te ha leído, no obtienes ningún goce, cariño es sin el roce que pasa inadvertido.
Vivimos en lugares con calles que se cruzan, con llaves y candados, cerrojos y fallebas, que van en paralelo y lineas que bifurcan, que algunos van por uvas, cuando otros van por brevas.