Conviene recordar, si es que el recuerdo aflora sin desprecio a la memoria, seguir dándole vueltas a la noria, sin agua, el ejercicio será lerdo cuando acceder se aspire hasta la gloria.
Cae la nieve, lenta, suavemente, ya comienza el invierno, es la primera, ha llegado de pronto, de repente, después de tanto tiempo estar ausente sin avisar siquiera.
Como médico que soy, aunque no soy, vengo aquí a diseccionar la poesía, poetas que del fuego salvaría o siempre voy tras ellos cuando voy, permitan no citar quien quemaría.
He pasado tantas horas junto a ti que puedo asegurar que te conozco, no sé si las gané o si las perdí, me quedo con lo mucho que aprendí que más no merecí, lo reconozco.
Si escardar es quitar las yerbas malas hoy yo he salido a desbrozarle al viento arrancándole el odio al sentimiento la envidia y el rencor que hay en sus alas.
Y un día ha de venir, yo estoy seguro, en que el mundo espabile y se despierte y se plante sin miedo ante la muerte y atienda a la razón poniendo un muro.