Sin bloques ni balizas rompeolas, en este remolino que es España, tan llena y tapizada de amapolas, va arrastrando sus devenir a solas mientras siente el cincel de la guadaña...
Si alguno por qué escribo se interesa, habré de ser sincero y responder, que escribo lo que escribo sin saber por qué ni para qué, que es mi sorpresa, consciente que muy pronto ha de perder.
Y aunque sé que no sé, que yo quisieravestirme de esperpento cada díasacando a pasear a mi troneray a este mundo ponerme por monteramofándome de dios cual dios lo haría.