Que nunca el dueño fue. Y es que su vida siempre anduvo al albur de los vaivenes, sus padres, sus abuelos y sus genes, el dÍa y el lugar de su venida al mundo y sus andenes.
A la hora de fingir que somos buenos, nos apuntamos todos. Nos da pena. Que no somos, juramos, sarracenos. Y mientras que observamos la gangrena y tanto compungimos y apiadamos,....
No quiero que se sepa que fui un bobo, una especie de plasma inconsistente, un tipo al que le pudo la corriente, y terminó arrastrándose en el lodo borracho de aguardiente.
Recuerdo me decían, si no tienes trabajo pon un puesto de pipas o monta una ONG, una tienda de chinos o a funcionario que hiciera oposiciones, mandándole al carajo, o ponte un buen corsé.
El diablo es ese invento de los curas que trata de engañar a los más tiernos, diciéndoles bajar a los infiernos, queriendo así evitar sus travesuras, con fuegos que te dicen son eternos.
Voy achatando el tiempo a martillazos sintiendo que se va, que no me espera, que sigo estando expuesto a sus balazos y a que una de esas balas sea certera haciéndome pedazos.
Tierra. Quien fuera que te hiciera, tierra, pues que yo desconozco quien ha sido, a quien quiera que fuera aquí bendigo como hiciera el mendigo que se aferra a un pan y el burro al trigo.
Yo nací sin saber, sin darme cuenta un día que aun recuerdo del cuarenta. No quiero recordar, que eso sería retornar al momento de ese día y no me trae a cuenta.
Si digo lo que pienso, me critican, quizás seria mejor estar callado, ¿por qué me he de callar si no he faltado y a mi la vida tanto me complican sintiéndome observado?
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.