LADRONES DE SUEÑOS (Mi poema)
Constante José Aguer (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA…de medio pelo

 

Nosotros tan pequeños sin nada y tan felices.
A la escuela acudiendo henchidos de ilusión,
con ansia de saber ¡oh, ingenuos aprendices!
al tiempo de emociones llenando el corazón.

Ingenuo nuestro espíritu deseoso de matices
volando por las nubes con la imaginación,
bebiendo de las fuentes que anidan las raíces,
obviando a meretrices y a sabios del montón.

Nosotros, sólo éramos trozos de plastilina
prestos a ser moldeados con arte y con amor
por maestros, los dioses por la gracia divina,
a quien, ciegos, seguíamos con pasión y rigor.

Cantábamos canciones diciendo éramos dueños
de aquel nuestro destino y el de nuestra nación,
ansiando a patria grande, nosotros tan pequeños,
con ímpetu, pastueños, todos al mismo son.

¿Por qué nos enseñaron a amar lo que era España
y hoy quieren como parias sintamos el país,
los sentimientos nobles son sólo una patraña
y a afecto a la bandera ya se ha tornado gris?

¡Quién otorgó el derecho a arrebatar los sueños!
¿por qué esos cantares ahora ya están proscritos
y todos nuestros gritos vehementes y risueños,
ayer ilusionantes, ahora ya son malditos?

¿Por qué juegan al póquer con nuestros sentimientos,
traicionan los principios de nuestra juventud?
Ya el cielo se ha nublado, se anuncian malos vientos,
¡y en medio de lamentos se aproxima un alud!
©donaciano bueno

«De Isabel y Fernando el espíritu impera
moriremos besando la sagrada bandera
Nuestra España gloriosa
nuevamente ha de ser
la Nación poderosa
que jamás dejó de vencer».
(extracto de una canción de la posguerra)

En este poema, el autor, mediante versos pentadecasílabos, también denominados decapentasílabos, muy poco utilizados en español, no así en la literatura griega medieval y moderna, se lamenta de la falta de respeto que los adultos tienen para la infancia a la que inculcan una serie de principios, muchos patrióticos, envueltos en ideologías a los que después obligan a renunciar. Los niños son como una esponja, lo absorben todo. Adoctrinamiento, esa es la palabra clave, por la que algunos discípulos de Alá se inmolan en nombre de dios o por la que los nacionalistas crecen como hongos y tantos casos más. A nosotros nos enseñaban el amor a la patria, su bandera y sus símbolos y el respeto a nuestros mayores, principios que ahora no se llevan o están caducos.

MI POETA SUGERIDO: Constante José Aguer

Kilometro 11

Vengo otra vez hasta aquí
de nuevo a implorar tu amor.
Sólo hay tristeza y dolor
al verme lejos de tí.

Culpable tan sólo soy
de todo lo que he sufrido.
Por eso es que ahora he venido
y triste, muy triste estoy.

Nunca vayas a olvidar
que un día, a este cantor
le has dicho llena de amor:
«Sin ti no me podré hallar».

Por eso quiero saber
si existe en tu pensamiento
aquel puro sentimiento
que me supiste tener.

II
Olvida, mi bien, el enojo aquel,
que así nuestro amor irá a renacer,
porque comprendí
que no sé vivir
sin tu querer.

I Bis
Nunca vayas a olvidar
que un día, a este cantor
le has dicho llena de amor:
«Sin ti no me podré hallar».

Por eso quiero saber
si existe en tu pensamiento
aquel puro sentimiento
que me supiste tener.

II
Olvida, mi bien, el enojo aquel,
que así nuestro amor irá a renacer,
porque comprendí
que no sé vivir
Sin tu querer.

El Kangi

Existe en nuestra campiña,
en todas sus latitudes
personajes que por algo
van pasando a la Leyenda.
Este, a quien aquí cantamos
el Kangï, manté lo llaman
y habita por nuestros campos
solo, sin rancho ni prenda.

Cómo andarás gaucho triste,
aporreao por el destino
llevando así tu nostalgia
sin quererla revelar.
Más, admiro tu entereza
que ni el vino ni la caña
hace mella en tu conciencia,
tu consigna, es trabajar.

Fumando cigarro de hoja
rumiando pena se le ve andar,
montando siempre en si zaino
al tranco largo sale a vagar.

Nadie su nombre conoce,
todos lo llaman manté el Kangï,
se ignora de donde vino
y por que causa oikó así.

Kangï, Kangï…
mbaé nde rasï
fue algún amor?
quien alejó de tu vivir
el sonreír.

En los bailes no conversa,
solo la música va a escuchar
en las carreras, si juega
sin comentarios sabe apostar.

En el tiempo de la yerra
por las estancias va a trabajar,
en el manejo del lazo
difícil alguien lo ha de igualar.

«Los días»

Los días pasan como ríos incesantes,
llevando consigo nuestros sueños y deseos.
Se deslizan entre los dedos como arena fina,
dejando huellas efímeras en nuestro camino.

Algunos días son como el sol radiante,
que ilumina nuestras vidas con su esplendor.
Nos regalan momentos de alegría y esperanza,
y nos hacen creer que todo es posible.

Otros días son como la lluvia fría y persistente,
que cala hasta los huesos y nos deja temblando.
Nos enfrentamos a la tristeza y la melancolía,
buscando refugio en el abrazo de un ser querido.

Los días nos enseñan que la vida es efímera,
que cada instante cuenta y no se repetirá.
Nos invitan a vivir con pasión y valentía,
a aprovechar cada oportunidad que se presente.

Así que abracemos los días con gratitud,
aceptando sus regalos y aprendiendo de sus lecciones.
Porque al final, son los días los que construyen nuestra historia,
y en cada uno de ellos dejamos una parte de nosotros mismos.

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Donaciano Bueno Diez
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