Por qué hoy yo me pregunto, por qué tu te preguntas, si vienen todas juntas me han de tocar a mi, si nunca di motivos y hoy hieres y me apuntas con tantas marabuntas, con tanto frenesí.
Él quiso ser marinero y un capitán quiso ser y un barco llegó a tener navegando por el Duero y en su mástil un te quiero grabado quiso poner para que pudieran ver lo mucho que yo
Yo, que nací en Otoño, mala suerte, que vine cuando el sol ya estaba triste, el chopo de sus hojas se desviste, las fiestas se entremezclan con la muerte jugando entre las lluvias al despiste.
Recuerdo, yo era un niño, las matanzas, mi padre con el gancho y el cerdito, el cerdo el pobrecito y sus andanzas, la gente en torno al mismo haciendo chanzas, y yo sin entender por qué aquel rito.
Un día de marzo muchos ciudadanos de su lar salieron apoyando el pié izquierdo. Un día de marzo en la estación de Atocha volaban los cuervos. Un día de marzo,¡qué pena, qué lástima, qué triste recuerdo!
Pausado y silencioso hoy te has ido de puntillas pasos dando por el aire, fiel a ti, como siempre habías querido, sin ruido hacer, sin molestar a nadie.
Un perro, mejor dicho una perra tuve yo,
era mi compañera, mi más fiel confidente
y un día de repente, de pronto se murió,
así y sin despedirse pues lo hizo de repente.
Este hito está grabado en la memoria, fue un año en que las rosas florecieron, obviando que antes otras se pudrieron tildadas por algunos como escoria, pues fruto de rencores perecieron.
¡México, yo ya no puedo entenderte, México, discúlpame, quisiera hacerlo mas no puedo, los vocablos se han escapado de mi léxico! Hoy siento un gran dolor. La paz no me concedo.