Añoro las mañanas de Onda Cero
que hoy trajo a mi memoria un sevillano,
Johnny, tal es su nombre americano,
que a mi me mantenían prisionero.
El prota está en mi mente y se repite
de historias revividas en el bar
Savoy, el piano, un trago que tomar,
¿y quién si no? en José Luis Alvite.
Tú en Estados Unidos, yo en Madrid,
ambos prestos y atentos al relato,
la música sonara en cualquier rato
y a Marck Dempsey retando en buena lid.
Aquel ambiente tenso, irrespirable,
su voz aguardentosa en el ambiente,
bourbón, hielo o un martini miserable,
la diva sin buen nombre, el ingrediente.
Hubiera querido que este poema lo hubiera visto el amigo de muchos de nosotros Johnny Rock, que fue quien me trajo el recuerdo de aquellas sesiones matinales de Onda Cero cuya llegada esperábamos con ansiedad. Espero se pasee en algún momento por aquí y lo lea. Si no habéis escuchado los audios os los recomiendo. Solo tenéis que poner historias desde el savoy en youtube.
Viajo y rozan los bordes mi arenilla dormida
Adentro más adentro de la cavidad sonora
tus vocales las mías
en el ronco gemido
Me aferro a mis moluscos Penetro las papilas
Adentro más adentro llego hasta el estertor
al eco de otra lengua La camino
recorro la nostalgia la cerco
Pero a la piel no llegan claros los envíos
Qué sintaxis Qué paisajes que mis ojos no vieron
Quieren brotar desde esas aguas
y tu lengua mi lengua
CRUJEN LOS HUESOS DE ESTA PRISION
Intento abrir al ritmo de mi abdomen
un hueco a la palabra Se encabritan las olas
de mi cabeza Aúllo Aúlla
el celador pliegue
de mi memoria
(mi naranja guardada por cáscara porosa)
Nadie entra en esta esfera Apretada
me sumo Zumo líquidos que irrigan
mis conductos Pero las fosas husmean
buscando la fragancia Mi naranja olorosa
apretada resiste pero el dedo se hunde
desgarrando Me abro en gajos amarillos
y crujo este sonido al desmembrarme
¿VA LA LENGUA A SABOREAR MI ESENCIA?
Oblonga y apretada
gruesa y áspera
palpitante
resguardo el zumo tibio
Nadie lo toque
Ni la lengua Ni la bóveda roja
SACIAR SU HAMBRE
(de esencia)
pide la lengua
Violento el paladar acoge su deseo
apretando mi gajo que escurre su secreto
mi dejo amargo escurre Las comisuras
llenas de escenas innombrables
Surge savia desde pozos profundos Intenta
la lengua caracoleando abrirse entre corrientes
tibias frías
Surge zumo que estruja la memoria
Aconchada en la ciénaga
Hojas y guías verdes invaden
mi cerebro
Piedras desconocidas se engarzan
en los ojos como gemas sin nombre
suplantando pupilas bastoncillos
del iris
SE DESFLECA ESTA LENGUA
Bailan sus hilachas
Como guías aéreas
Abandonan la escena más allá de los labios
(sus guardianes los dientes)
Sinuosa se desliza hasta el pecho auscultando
latidos desde una superficie
(insiste un instante e los latidos)
Perpleja vuelve a entrar a escena
enrollando sus guías Acogen los labios
en su prisión el hueco de esta lengua
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.