La vida es corta. Cuatro días. No más.
Cuatro días que atenta está la muerte.
Cuatro días, quizás con mucha suerte,
si es que a ver como pasa acertarás.
Poco tiempo que habrás de aprovechar,
e intentar mientras pasan ser feliz,
si es posible evitar cualquier desliz
que te pueda la vida complicar.
William James dijo acerca el pragmatismo
que el camino se debe de cuidar,
los pelillos echarlos a la mar
olvidar de fingir y ser tú mismo.
Una vida a gozar, tan solo una,
solo un dios que rezar, si es que se reza,
¿mil idiomas? por dios, vaya torpeza,
¿a qué viene amasar una fortuna?
Ser feliz. Solo es eso lo que importa.
Cada paso que sea un paso firme.
¿A qué viene soñar si he de morirme
cuando el sueño al final no reconforta.
Mi epitafio, de líneas claras:
un silencio,
de un cisne el canto ahogado,
un frasco de perfume
sin terminar.
ARRUGAS
«repente in osculis Liviae et in hac voce defecit: Livia, nostri coniugii memor vive, ac vale!» SUETONIO, Vita Caesarum
Ahora que declina el día
y en tus ojos se echan a dormir
suaves líneas de tierra lejana
y playa,
ahora que en torno a tus labios
reposan sonrisas antiguas
y del hogar los besos últimos
de amor,
ahora más que nunca te deseo:
deseo tu sed, tu voz, tu tiempo,
y tu cuerpo que ya es más tacto mío
que cuerpo.
CORO DE ROMÁNTICOS
A partir de la zarzuela Doña Francisquita
Allí donde una súplica de amor
es un poema gorjeado
y las estrellas tiemblan
tras las capas galantes,
son los perfumados pañuelos
la celosía de un confesionario
y las palabras del cortejo inician
un diminuendo dulce.
Acarician las losas de la plaza
con un frufrú de faldas
y atardece dentro de cada pecho
un cielo sonrosado.
Las palomas se arrullan
e imitan su tierno cantar.
MITO
No puede ser.
No puede ser que exista
este deseo bruto, tan pesado,
tan próximo.
Tal ardor es prerrogativa
de los mitos solamente –
Ariadna doblegada
y Fedra la llena de incendios.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.