UNA PATADA AL MUNDO (Mi poema)
Miguel Ortega Calderón (Mi poeta sugerido)

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MI POEMA… de medio pelo

 

¿Quién no ha tenido una vez la tentación
de propinarle una patada al mundo,
¡oh,aciaga noche! hundido en lo profundo
en el andén del tren de una estación?

Cuando dices adiós a la esperanza
sin conocer la razón, por qué se ha ido,
en sollozos y lágrimas hundido
bailando sin saber macabra danza.

¿Quién no ha sufrido ese dolo e iracundo
ahogado sin consuelo en esa balsa,
harto ya de escuchar música falsa
ha en vano jurado a dios en un segundo?

Yo sí, yo un día accedí a esa cicuta
y, cual Sócrates, ingerí el veneno.
Creyendo el resultado fuera bueno
sentí lo putrefacto de esa fruta.

Mas volvieron a sonar nuevas canciones
y de nuevo a brillar la primavera,
pues aunque dura hubo de ser la espera
sólo el fin ya no admite soluciones.
©donaciano bueno

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MI POETA SUGERIDO: Miguel Ortega Calderón

Miguel Ortega Calderón

A don Tito Cerda y su silencioso transitar

Es, Tito Cerda Llona, un caballero
de antiguo cuño. Camina hoy, por el
mundo?… Diría yo, que levita él,
como nooó queriendo hacer callejeros

ruidos; cual incógnito pasajero…
de este «planeta azul» de oropel,
donde la angustia por el vil papel:
¡al hombre común vuelve rastrero!

Silencioso, cuasi aéreo… Su estampa
es hechicera; ¡nos subyuga el Maestro!
¡Cuanto canta o declama, nos atrapa

con su voz de ungidos leal registros!
la oscuridad, es su presencia, escapa
¡es luz de bondad, cual infinito astro!
Guayaquil, 7 de noviembre de 2008

Semblanza

Jorge Luis Pérez Armijos:
él nació en Guayaquil
y vino a empoderarse
de su ritmo y frenesí.

Pata caliente, el man;
de deambular trashumante…
Fue a estudiar a Madrid:
¡su triunfo fue rutilante!

Su flamante título, es:
Periodista y Publicista;
Comunicador Aüidio
Visual; todo un artista.’

El Relacionista Público,
y además, descollante
poeta: «Rimas sin sarcasmo»,
su poemario diletante;

señero ideario romántico
donde se da con ardor
y pasión dosificada…
a su eros… ¡sin candor!

Con emoción controlada…
¡cual corresponde al varón!
Con sueños y metas fijas
que, ¡lo harán triunfador!

En el ramo comercial
de su padre y bisabuelo,
antes de fundar: ¡hogar!
él afianzará el vuelo;

pisará bien en el suelo
que la «ruta» que lo lleve
hacia la meta soñádora…
¡del que ensueña, y, se atreve!
Durán, 27 de abril de 2013

Ave fénix

¡No! ¡No estoy derrotado!
Tengo para resarcirme
y siempre refocilarme:
¡la experiencia del pasado!

Vamos a ordenar la casa
y desempolvar los muebles;
poner cortinas nuevas a los ventanales
y enmantelar la mesa.

Mesurar el escritorio;
despoblar de libros la cama;
ventilar más la estancia
y fumigar el dormitorio;

los muebles forrar con lienzos nuevos;
alfabetizarme en informática
y cibernetizarme en robótica:
intentaré ser así… ¡un hombre nuevo!

Un neo-consumista de la nueva era:
¡escalva estresadora y novelera!
Durán, 19 de mayo de 2008

Soneto elegiaco a

Enrique Antonio Ponce Morán,
con previsiva conciencia del tiempo
y del espacio: ¡escogió del campo
,,su» Alejo Lascano pa’ descansar!

Allá, hoy en ese su pueblito rural
los restos, las reliquias de su cuerpo
en el suelo natal que amó con ampos
sentimientos por la eternidad

se enraízan en sincretismo telúrico
con el mismo afecto que siempre
demostró en los momentos volcánicos

de su pasión terrígena de hombre:
¡montubio intenso, alegre folclórico;
ungido con identidad tan célebre!
24 de marzo de 2009

A una Miss Ecuador

De mirada franca, grácil, serena…
La princesa del barrio: ¡qué hembra!
Se me espeluznan todas las hebras:
¡de mi piel, barba y blanca melena!

Tiene un cuerpo de Diosa, ¡mi reina!
Que esclavo suyo -a sus pies cual sombra-
me prosternara por siempre; se siembra
para cosechar… ¡yo ya sembré, nena!

Estos luengos años… en tu honor:
¡un enjambre de afectuosas ternuras;
castas miradas y turbado arrebol!

Acariciaron tu regia figura
de vestal, de nuestro hermoso Ecuador.
¡Disfruto de tu amistad, señora!
Durán, 14 de febrero de 2010

Esquizofrenia globalizada

Para Saidél Brito, fraternalmente

El perro que Isidro Vargas Habauc
amarró y ,,dizque»: ¡de hambre y sed mató! ¿…?
Sólo fue un truco al que él recurrió
¡reclamando humanidad, a plenitud!

De la prensa amarillista, sin virtud,
sus multimedias a fondo utilizó…
¡al ser ético y moral horrorizó!
¡El suscitador disfruta esa acritud!

La doble moral del hombre evidenció:
¡solidaridad perruna motivó
la supuesta muerte por inanición

del can que el mismo Vargas libertó!
¡Mientras ahora el genocidio permanente
al homo-sapiens: ¡lo ha vuelto indiferente!
Guayaquil, lunes 28 de julio de 2008

Pensando en ti, abuela

Hoy no me queda más por visitar
que el cementerio de mi ciudad;
reposan con desencarnada piedad,
¡allí, amores que me hicieron vibrar!

Bisabuelos, padres, tíos y sobrinos;
una retahíla de amigos queridos;
cientos; tal vez miles, de conocidos…
¡que insensibles: ,,gozan’’ el sueño eterno!

Pero, por sobre ,,todos’’, visitaré
primero a mi amada abuela
e inclinado al nicho, le contaré

¡que mi vida es grosera cantinela;
que quizás otros aires buscaré
y me le perderé: ¡aunque me duela!
Guayaquil, 13 de septiembre de 2005

¡Depresivo!

Sólo quiero: Apoltronarme…
A sentir transcurrir la tarde
con la curiosa impaciencia
de quien ve pasar con indiferencia
¡su igual, su sombra o su cadáver!
Guayaquil, 13 de septiembre de 2005

Recordándote… Betty

En marzo te conocí
la fecha no la recuerdo…
un año, casi, ha pasado,
y aunque me hube equivocado
¡te tengo presente, aquí!

Traumado e insensible…
mi corazón destrozado:
tres veces se ha negado:
¡lo nuestro es imposible…
no quiero seas el cuarto:
,,por mi temor, defraudado’’
dijiste, muy consternada

Por ti, yo me derretí…
Y cuando lo comprendí
la emoción fue congelada
¡no eras tú para mí!
Durán, 8 de marzo de 2004

¡Como Robinson Crusoe, me siento!

Proletario, en afectos…
en este ,,valle de lágrimas’’
dó el homo-sapiensa, adyecto,
con sus ideas peregrinas,
mancillar: ¡siempre pretende
—con sus pezuñas de lobo—
el ampo suelo del Edén,
impoluto, habita
en el alma de cada mujer.
Con este ,,sino’’ me siento, aquí,
como Robinson Crusoe
en su isla, de más a tierra:
¡en humanidad, desierta!
Guayaquil, febrero de 2002

El pájaro… tirándole a la escopeta

Con una gentileza sospechosa,
el pícaro se empeña en verme
el miércoles… y, al despabilarme,
descubro su amabilidad perversa;

su alegre y pícara sonrisa…
denuncia que desea el pelo tomarme;
pensé entonces, del truhán voy a desquitarme
¡lo veré yo, congelada la risa!

¡Respetémonos! No se llega a viejo
de pendejo… ,,el gallinazo me gana
en tiña, no en malicia», ¡canejo!

Búrlese de su abuela, tarambana,
antes de intentar hacerme: ¡cangrejo!
¿Cómo le quedó el ojo, mi pana?

Con todo respecto para sus jóvenes
años, este viejo servidor
Miguel Ortega Calderón
¡El que se pica, paga!

Premonición fatal

Epicedio de Katty Herrera Ortega, flor tempranamente cortada del jardín de la vida

2 de febrero de 1977 – 24 de septiembre de 1995

Su muerte prematura
anunciaba la dama:
¡si le decían que no,
ceñuda se mostraba!

Tenía premoniciones
de su fría y cercana;
constante presencia
rondándole su karma;

y sucedió cierta
aciaga mañana,
¡qué pronto en el camino
su vida terminaba!

Apenas tenías diez
y ocho años, niña amada;
¡tu vida una promesa…
la muerte cascarrabias!

Sin mediar patologías;
en plena flor, muchacha
te arrancó la vida
que aún no disfrutabas.

La parca artera,
de su gracia prendada,
sin pensar en el vacío
que su ausencia dejaba,

le cortó la existencia
cuando iba hacia su casa
de una fiesta y baile
¡qué feliz celebraba!

Volviéronse pesar,
alarido y drama…
¡Las risas que precedían
el fulgor del alba!

Sus padres angustiados
que, con temor la mandan…
¡zas, el presentimiento
con horror confirmaban!

El golpe cruel y rudo
la noticia propaga;
¡y el duelo eterno
en sus vidas ancla!

Sus restos al siguiente
día a la tumba bajan.
¡Era la de mi padre
la que a mí m peleaba

entre manotazos
y risas, unas semanitas
antes, al pedir yo
la posesión a su máma

del documento aquel,
apto para bajar
el heredero caído
al terreno fatal

del decesado anteriorM
con derecho a pasar:
¡sus huesos en compañía,
con él, al más allá!

Premonición funesta
que, en la tierra acunara,
y en el cielo, San Pedro:
¡un nuevo ángel ganaba!

Y desde entonces
con absoluta calma
solícita vigilia
su querida morada…

¡Y sus sonrisas alegres
en felices cascadas
vierte, cual bendición,
sobre la gente que ama!

En vida, sobrina mía,
Katty te llamabas;
Serafín o querubín
¡desde ahora, colorada,

te diré hasta el fin!
¡Niña desencarnada,
descansa en paz! El cielo
virgen te proclama.

Mariel Córdoba

En tu pecho armiñado encierras,
a la par que un amante corazón,
resonancias de metales ancestrales
que nos hacen vibrar de emoción.

En el pasillo como en el tango;
el bolero, el vals, y la ranchera;
igual baladas que canción protesta;
la milonga, samba y chacarera:

Triunfa en tu estirpe magnífica el gracejo
de la mujer hispanoamericana;
¡regia, prima donna, tu canto es súmmum
hermanando a Ecuador y Argentina!

Mariel Córdoba, ¡artista insigne!
Tus estilos variopintos imprimen
glamour a la tesitura de tu arte
dando a tu presencia gran soporte…

Y con bellos arpegios nos regalas:
¡ya! en agudos, graves o en susurros
tus lúcidas y magistrales galas

destacando, así, la vibrante urdimbre…
de los acentos y primorosos timbres
de tu voz canora y edulcorante.

Parabienes mil, Mariel internacional;
euterpe energía, ¡siempre triunfante!
Guayaquil, 7 de julio de 2006

A Francisco Alanche Muñoz

Fresco, franco y transparente;
respetuoso, bonachón… siempre sonriente;
auténtico, leal samaritano,
no se envanece con su obra;
con humildad que asombra
i sin presumir de filántropo…
silenciosamente, sin aspavientos:
¡cuántos sufrimientos y quebrantos:
oportuno, mitigas, a tu prójimo!

Alache Muñoz Francisco: ¡un señor!
La vida te ha ungido con la aureola
amable de los varones escogidos.
Con la estirpe noble de tus padres,
heredaste, de lelos, sus virtudes
elevadas de Cristianos solidarios.

Modelo de bondad bien entendida,
unificas, con tu ejemplo, a tu familia:
años, hijos, primos y sobrinos…
observando a diario la enseñanza,
¡zas!… muy pronto imitarán el paradigma.

Mi antiguo y dilecto amigo,
imitando a San Francisco, el clérigo…

Ayudas, en tu entorno, a jóvenes y viejos:
mitigando hambres calagurritanas;
invitando con gentileza humana
granados manjares de la cocina criolla,
o dándole discretamente: ¡el dollar!

Para que, ala vuelta de la esquina,
a comer se sientan, en cualquier silla…
No sufriendo la angustia y la zozobra,
con el tigre del hambre, que devora:
hígado, estómago, páncreas, corazón;
obnubilando el cerebro y la razón.

Amigo, cultiva esa vocación que Dios
la instauró en tu noble corazón.
Ahora ya no existen… familiaridades ni hijos
con fraternal solidaridad, el
homo-sapiensa, alienado, en involución…
estragado en egoísmo: sin valores ni moral,

desecha a sus raíces e ingonra olbligaciones.
¡Sigue siento así, no lo resientes!
Que, el de arriba –el creador– tu Señor
te devolverá ,,setenta veces siete»
lo que en su nombre des con alegría y emoción:
¡Arrivederci, hermano; este verso y terminamos!
Guayaquil, 1 de mayo de 2003

A una dama ¡enamorada!

Distinguida y sin poses;
de elevada estatura…
de sonrisa espontánea
y belleza estatuaria

es Verónica de la Parra
una dama bien centrada
que a Jorge Luis, el poeta,
lo arrastra de un ala
con su maternal mirada:
¡de novia y compañera!

Que jura hacerlo feliz
si él deja de fumar
«como turco en glacial páramo»
y beberse las bielas frías:
«como árabe sediento»
en el oasis de un ardiente
y alucinante desierto.

Cuya visión proverbial
se materializa en ella;
por eso él le re-jura
que cuando ellos se casen
¡dejará él: pucho y botella(s)!
Durán, 2 de julio de 2013

Viejo verde

¿Sabe usted lo que es
un viejo verde, viril?
¿No? Pues bien, ahí le va,
dama adorable y gentil.

Es un hombre fresco y tierno
vigorosamente sano
de cuerpo y alma;
su savia energizante
le da la gallarda lozanía,
y a despecho de su edad
y plateadas níveas sienes
e inclinaciones galantes
por el bello sexo de Eva.

Y sin traumas amatorios
cree aún en el amor leal,
generosamente dado…
sin mezquinas condiciones,
e insiste sensato, ¡tenaz!
sin opresión estresante,
en buscar compañera
para amarla serenamente,
¡con pasión sacrosanta!
lo poco o mucho de existencia
que al «galán» le queda…
Y lleno de esperanza,
con experticia y pasión;
con profesado respeto
y muy sentida emoción:
¡hoy le confiesa el amor
que por usted siente al respecto,
señora, de su corazón!
Guayaquil, 14 de febrero de 2005

Arroz viejo

Arroz viejo: ¡rendidor!
Hombre de edad avanzada
cuya mente alborotada…
¡dinero trueca en pasión!

Por miradas de esplendor
y frases almibaradas…
Caiditas de ojos dadas
con insinuante atracción;

caricias inconfesables
y descarriada ilusión…
al pobre hombre la emoción
lo vuelve irrazonable.

Cae:
¡Papaya da, redondito;
de yapa lo da todito!
Luego
Cual pepa de guab limpia,
lo dejan chiro y solito…

Y, como en el canto de la calandria:
«A usted no lo conozco»;
¡su amor no he sido yo!
¿Está usted loco, señor?
Guayaquil, febrero de 2003

Homenaje a doña Rosario Sansores Prén

Rosario Sansores Prén, a ti,
la ilustre poetisa mexicana
sin poses; con humildad soberana…
y modosa apostura: ¡aquí!

Al ser galardonada, en Guayaquil;
Ciudad de la ría y el estero, Reina;
reverenciáronse ambas: ¡muy humanas
con donaire, bonhomía y pedigrí!

Hoy, cuarenta y cinco años después;
la estela de su presencia y paso;
cual perenne cometa, su impronta es:

referente de lo que debe ser
un emblema, un ícono sin ocaso:
¡en el cielo yucateco y el parnaso!

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Donaciano Bueno Diez
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