No puedo soportar tanta inconsciencia,
algunos me dirán que con los años
me he vuelto intransigente,
que miro por encima de la gente,
mi mal es la impaciencia,
mis ojos antes dulces son huraños.
Y a veces me pregunto si eso es cierto
y entonces me atormento y me deprimo
creyendo que estoy ciego.
Quisiera no admitirlo, no lo niego,
que sufro un desconcierto
pues nunca me gustó traten cual primo.
Junto al pozo
como un árbol talado
donde se hunden
los ojos contra el cielo
de espaldas
noche a noche
para ver los anillos
deshacerse en la orilla
como estrellas fugaces
hay un árbol
talado como un pozo
donde se oyen
los caballos sin dueño
de la lluvia
salir a todas partes
y el temblor de las hojas
recién nacidas
ninguna soledad
se nos parece
De O Futuro, Pre-Textos, 2017
ALBADA
SOMOS como los siglos
antes de separarse.
Espera un poco más, amor,
que el mar está lloviéndose aún,
que no llegamos tarde.
Que ya no teme la semilla
caer sobre la roca,
y el silencio y la oscuridad se besan,
y mi mano te busca,
y hay otros en nosotros que se tocan
sus pieles encendidas.
Estar de desnudos es venir de lejos
y siempre estar llegando.
Espera un poco más, amor,
que nada es poco para los que esperan tanto.
Que el aire se hará llama,
como la voz aliento,
como ahora es de noche
y el ojo mira a las estrellas,
y las estrellas miran hacia dentro.
VII
Reprimir la inquietud por el destino
aferrado al vigor de un pasaporte
es un gran logro de la democracia.
Toda esta gente y cada una,
con su derecho a desear,
en la cola estancada del vestíbulo,
en la luz terminal del aeropuerto, si la noche hace oscura.
De camino, en el taxi, en duermevela,
oí llover sólo en los parques,
toqué la piel del mes de octubre
del año cero de la noche,
entre la inflamadura de las cúpulas
y la radiografía de los puentes.
Y vi edificios ciegos asomados
al temor de encontrarse sin querer en una
zona no autorizada
hablando en lenguas muertas.
Estos sitios históricos
no garantizan que el pasado esté
orgulloso de haber sobrevivido.
Este lugar es puro porvenir,
según las normas internacionales
que regulan las dimensiones
y la neutralidad del mobiliario.
Gente que sigue a gente.
Gente que se vigila.
Gente tenaz como la aguja
del segundero de un reloj
recién parado.
El alemán de raza negra envejecido
del escáner de códigos-producto
abrió sus ojos como el dios de un río
perturbado en su lecho por dos gotas de agua.
Pequeña caja de tormentas
Yo la imagino aún siendo capaz
de imaginarlo todo sin hacer
sentir a quien la escucha irresponsable
de sus propios delirios y razones.
La imagino también imaginando
lo bello más que todo cuando es uno,
cada cosa más bella que si fuese
única, porque ha sido imaginada
para serlo y, por tanto, imaginada
hasta el más mínimo detalle. Tú
la imaginas como si fuese ella
la que nos imagina juntos porque
es difícil imaginar que no
lo hemos estado siempre, hasta este día
de la historia que acaba, como siempre,
entre el polvo y los puntos suspensivos,
o entre paréntesis, como las grietas.
Y por eso imagino que te amo,
que la luz se desnuda en tus orillas
y va a dormir donde la noche duerme;
y que si el tiempo alguna vez sonríe,
si esta nostalgia de los propios rasgos,
que enciende el aire del amanecer,
hace al tiempo sentirse menos solo,
será porque recuerda cada vida,
y el tiempo de la flor entró en la rama,
y sube hasta tus pies la tierra entera,
y tú has vivido el tiempo suficiente.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.