El día en que descubra la palabra
el plus que de ella tiene hacer buen uso,
poniendo algún impuesto a quien la labra,
dejando sin valor las de en desuso.
Se acoja a la justicia universal
haciendo uso legal de sus derechos,
instando a todo el mundo en general,
pidiendo disfrutar de sus provechos.
El día en que algún juez la cautelar
decida al fin poner a los desmanes,
incluye a los que deban de oficiar,
por fin se acabará ya los truhanes.
Sólo algunos que paguen hablarán
y aquellos la utilicen con decencia,
los otros sin licencia quedarán
hasta que hagan examen de conciencia.
El día que alguien descubra un resquicio legal para atribuirse los derechos de autor de las palabras y alguna entidad de gestión haga suyo ese filón, todos tendremos que quedarnos mudos…o pagar por hablar.
Por las arboledas del Tamarit han llegado los perros de plomo… F.G.L.
Habíamos olvidado
que a pesar del buen augurio
de los idus de marzo
ese día asesinaron a César.
Pero sobre todo habíamos olvidado
que era el equinoccio de primavera
—cuando las noches se hacen iguales
a los días—
Sabíamos que en los parques cerrados
no podían entrar los niños
por la gran epidemia del coronavirus
que parecía asolar el mundo
pero que dentro retoñaban los árboles
y revoloteaban las mariposas.
Teníamos miedo
aunque en lo hondo de la memoria
sabíamos todos los hombres
que pronto triunfaría la vida
y que las ciudades arderían de festejos. A.F. Marzo, 2020
EL FUSILADO
Era finales de marzo, y hacía viento… Pasaba
una fila de prisioneros… Llevaban los monos rotos, con
las insignias arrancadas. (De Los vencidos, Primera parte)
He llegado mirando
la calle donde tú naciste
el portal fresco de tu casa
donde te besé un día.
He llegado contento
como si la revolución triunfase
y ya fuéramos libres.
He llegado a la tapia
y he mirado los ojos de los otros
cerrados mientras disparaban
los fusiles.
He mirado sus párpados oscuros
y he visto a contraluz las torres
las campanas en las que se posan
los pájaros
marzo aún
todavía.
He llegado a la tapia
donde he muerto joven
he llegado pensando
otra vida que existe en otra parte
en otra ciudad contigo
como en el portal fresco y callado
de tu casa.
vivir en el aliento brillante de los árboles rojos
del verano indio
en el siguiente mundo y tu suave piel
en las praderas abiertas a los vientos.
LAS ESTRELLAS DESHECHAS
-Mira, nosotros somos esas hojas que caen..
-No, somos esto, sin más.
-¿Te refieres a todo esto, el aire,
las hojas, el sol en la arena..?
-Sí.
Miguel Ángel Bernat
Ha pasado sin ti el mundo
y busco aún la esperanza
el temblor del aire
el vacío que dejaron
las deshechas estrellas
y no sé cuándo nacerán
de nuevo los árboles
que nos cobijen
ni en qué montañas
encender un fuego.
HASTA LOS MESONES CON VINO Y DANZAS
Quizás haya un poema
una voz nacida detrás del fuego
de las estrellas
que cuente por qué es terrible el mundo
por qué lloramos o nieva
por qué ansío el camino contigo
cabalgando a lomos de caballos
que mueren
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.