Reconozco, no sé si será cierto, mas puestos a creer ¿por qué no hacerlo? Y es que un día, quizás no llegue a verlo, la ciencia certifique dios ha muerto y deba de creerlo.
Tranquilos nos dirán. Que no hay problema. Muy pronto ya tendrán un sustituto. un tipo inteligente, más astuto, experto en resolverles cualquier tema en menos de un minuto.
ser lentas
como nuestros cuerpos,
escribir el paso de las estaciones
en aceites de sándalo y almendra.
Ellas se ríen, las damas de los baños. Ajenas
a la ciudad de afuera, a su lluvia sólida,
enseñan manos pintadas, idiomas desnudos,
lenguas del sur, tactos de bálsamo móvil
cuellos, brazos, vientres
picor de ungüentos de pimienta y rosa
canela entre nuestros dedos
vapor sobre nuestras vidas
sobre nuestros cuerpos, vapor
entramos y salimos del vapor
ser lentas,
hablar menos,
pesar menos
escuchar el tiempo del bambú
y esperar su floración
en ambos mundos
una vez,
cada doscientos años.
(Poetas en blanco y negro, edición de Amalia Iglesias, Abada, 2006).
El interior del vértigo
Sueño blanco. Entre el amor y la cocaína
en busca de la parálisis del sol
un vientre llamado a las sendas del Este
condenado por un ejército de enanos
mitadniño-mitadmono
a convocar
manchas de noche cerrada,
oscuro séquito clic.
Sólo un violento puede asomarse al balcón.
Trabaja entre edificios de hormigón
hasta dejar de dormir. Ojos abiertos
sin una palabra. Y ese bloque gris
que engulle hormigas y aplasta lo que ve
sin devolver nada
arranca la pregunta insomne: ¿y tú?
Coloca una planta cactácea
a un lado del ordenador. El papel secante
absorbe radiaciones. Con el paso de las mañanas
come el silencio e irradia perfiles de espinas
poco a poco, al picar el teclado,
nace en su carne un falso esqueje.
como un Google Earth inmóvil
inserta dimensiones en la imagen
agujeros táctiles y radicales
“no quiero ser otra frase más”, resuelve el mantengo.
Bitácora cancelada,
un tembloroso vuelo de avatar retrovisor
acuña el dólar que vislumbra el colapso,
en la esfera,
dos rostros
se derrumban convencidos
“raspe el mar mientras nazca el Edén” Puerto Rico digital. Madrid; Bartleby editores, 2009.