Me canso de escuchar y digo ¡basta!,
¡basta por dios, soy sordo, no me griten!,
por más que con sus lemas desgañiten
conseguiran, no más, que más me irriten,
su grito han de parar, que se malgasta.
Si a los niños a ser libres enseñaran, si los padres de verdad a ellos quisieran, tratarían de formarles, si pudieran, a empezar a discernir lo que pensaran.
Ya sé que de un tiempo a esta parte me repito, y que más que comentar aquí yo pego un grito, pero todo lo que trascribo es lo que siento pues siempre digo la verdad, yo nunca miento...
El cura dice, chico, no hagas esto, los padres, cuida niño no hagas lo otro, comprueba lo que comes que, indigesto, si juegas tú pudieras con tu escroto mear fuera del tiesto.
A usted, señor Maestro titulado que traza con destreza los renglones, y sabe como usar los cartabones. que en eso de hacer hombres se ha implicado y echando va sermones.