El tiempo pasado había y un día a Madrid volví, y encontrarme yo creí, aquella villa de asuetos rellenita de chulapas, chulos, catetos, paletos que de provincias llegaban, de madera la maleta...
Pausado y silencioso hoy te has ido de puntillas pasos dando por el aire, fiel a ti, como siempre habías querido, sin ruido hacer, sin molestar a nadie.