A mi no me hagas rehén de tus problemas, si tu no eres feliz, ¿qué culpa tengo? También yo estoy vagando entre tinieblas, sin saber donde voy, de dónde vengo.
Mi otro yo me acompaña indiferente, al minuto, al instante, a cada paso, vigilando si salto, por si acaso, desde ésta que es mi orilla a la de enfrente.
Pues duermes en tu cama calentita y vas a un buen colegio, y tienes cuanto el cuerpo necesita, empieza ya aprender, niña chiquita, que eso es un privilegio
Verás Hugo, este mundo es muy bonito, tiene plantas y flores. Cuando crezcas habrás de conseguir que tú merezcas ser feliz en el mismo muy solito y al tiempo así evitar que en él perezcas.