¡Ahora ellos tienen todo y aun se quejan! no soportan padecer la frustración, son cual flores que mancillan su jarrón, tan ingratos que a su suerte no cortejan.
Bendigo y maldigo y me contradigo beodo de una copa de aguardiente y cuanto más me digo más desdigo y evitar deslizarme no consigo siempre por la pendiente.