He visto. He visto a dios en mi azoteay en mi mente febril a dios he visto,lo mismo que yo he visto cuando meael niño que alargando se recreael pis que hace regar dándose el pisto.
Donde quiera que estés yo aquí te reto, de nada sirve ocultes o te escondas, que labres entre nos un parapeto, me ignores o me faltes al respeto ni intentes a mi hacerme trapisondas.
Bregando codo a codo con la vida al borde del abismo voy luchando rogándote, oh buen Dios, y al mazo dando asido a lo punzante de una herida que avanza poco a poco y desangrando.
Dicen que el paraiso está allí arriba en lo más alto, donde plácidamente se encuentra el dios bendito, que para subir no es suficiente dar un salto y para que te oiga no precisas dar un grito.
Ando y voy sin ton ni son, sin conocer bien el rumbo, ni sé por qué soy oriundo ni por qué yo aquí nací, por qué en España crecí y no en otro latifundio,...
Yo, que siempre he vivido entre tinieblas, en un bosque de incertidumbres lleno en el que todo el ambiente huele a heno y el viento más audaz pone las reglas.
La calle si no hay luz siempre está a oscuras, lo dijo ¿quién lo dijo? un adivino, el mismo que marchó por donde vino que luce y que presume de tonsuras.
Yo un día dije a Dios, me voy contigo, las cartas sin marcar puse en la mesa, y hoy dudo si me alegro o si me pesa que intento estar en paz y no consigo.
Y un día vino Dios a verme y dijo mejor échate a un lado, ¿no ves que yo hice el mundo y me ha costado a mí sangre y sudor? Que este cortijo, el mismo que te sirve de cobijo,
Hurgando en las esencias me he perdido pues no he encontrado nada, ignoro si las mismas ya se han ido, a fuerza de insistir se han aburrido o que es tierra quemada.
Nadie sabe de ti, todo se dice, se escribe, se publica, se comenta, no sé si eso es verdad o es que se inventa, si tú eres la Verdad que se bendice o si es que ese mensaje trae a