Hoy recibí una carta con tus besos, los pude percibir sin que la abriera, aquellos que te diera en primavera ingenuos, espontáneos, de embelesos, y guardo en mi nevera.
Amira significa en árabe princesa. Amira huele a espliego, tomillo y mejorana, frescura es de la escarcha y el sol de la mañana. Amira sabe a besos, bocaditos de fresa.
¿Por qué no me advertiste que estabas construyendo de arena un castillo en tu mirada con una puerta abierta apuntando al firmamento y dos lindas ventanas con vistas a la playa?...
Mi cielo nada tiene que ver con las estrellas ni tan siquiera mención hace con dios. Mi mundo lo construye este sentir grandioso y tan profundo como lo es el placer de gozar de cosas bellas.
En la orillita del río me lanzó un beso una flor, me perfumó con su olor, presintió mi desvarío; yo le respondí, amor mío, correspondo a tu embeleso...
Me han dicho y es por alguien que lo oyó que en poetas del mundo yo aparezco*, es algo que me gusta, que merezco, pues el mundo es un poema como yo que al mundo pertenezco.
Aunque dicen durmiendo no se vive a ratos es mejor estar dormido, que sentirte en el alma dolorido de rabia y de rencor. Quien sobrevive deseable si no fuera resentido.
La perfección bien sabes que no existe, que excepto Dios aquí nadie es perfecto, andamos todos faltos de intelecto, y nadie a los prejuicios se resiste dudando si lo que hace es lo correcto.
Cuando nace la luz y el cielo alumbra, cuando salen los pájaros del nido, cuando el cielo se muestra agradecido y la luna se esconde en la penumbra aunque ignores ni sepas por qué ha sido.
Me dicen que soy viejo y yo inocente me miro con frecuencia en el espejo, y escucho: no hagas caso, que esa gente no llega a comprender que su reflejo se vuelve para atrás como el cangrejo o pinta adecentándote
Yo soy ese que un día fue de pesca y encontró que no había agua ni peces, negando la verdad una y mil veces e incluso que se puso a armar la gresca gritando hasta a los jueces.
El fútbol es el arte de engañar, se trata de driblar al que primero, defensa, mediocentro o delantero, intenta con sus botas evitar llegar hasta el portero.
Hacer que no se aprecie ni en el VAR pegando un chupinazo pinturero. No