A veces beberás donde no haya agua si hay muchos como tú que la bendices, que allí es donde se cazan las perdices hurgando por debajo de la enagua de insignes meretrices.
Mis versos son igual que las cloacas frecuente es que se muestren pestilentes, se dejen arrastrar por las corrientes que allí donde se encuentren se embarrancan, de cienos repelentes.
Me apuesto a imaginar, soy un labriego que un buen día se puso aquí a sembrar, esto creo que es mucho imaginar, pues yo escribo montándome en mi ego....
Un poema es un trayecto a la aventura que empieza sin saber si en el camino van a encontrarse abrojos. Y el destino ha de hacer muy pesada su andadura.
He extraído del tintero este poema de líquido empapado, emborronado, le he escurrido sacándole la flema y en huesos le he dejado cual fonema terso, blanco, vistoso y destintado.
Yo, cuando acabo un verso no reviso que prefiero ayudarle a otro a nacer, disfruto contemplando que ese guiso preparado está ya para comer subirme al paraíso.
Permíteme, lector, te diga amigo, así nadie nos haya presentado y sea por azar que aquí has llegado. Que sepas que por eso te bendigo. espero sean mis versos de tu agrado.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.