Una persona era que miraba al espejo y se daba asco, ¡qué sería que hasta el espejo recriminaba y se lo afea! que al verla los hombres se revuelven mirando con gran fiasco...
Sonreír, a la vida sonreír, aun cuando la misma le trate con desprecio a este árbol que antaño fuera recio y presienta que algún día ha de decir adiós. Y así que fuera un necio,