Morimos sin saber que nos morimos cada día, al minuto, cada instante, morimos siempre al tiempo que vivimos como el libro que espera en el estante nos vea aparecer y que le abrimos...
No sé si tu sabrás que el tiempo pasa, que a veces va en silencio, de puntillas, mas siempre va al pasado haciendo astillas y a ese idem matando con su guasa en guerra de guerrillas.
Tengo un tiempo con forma de naranja dividido al azar sólo en tres gajos. Pasado, que me importa tres carajos, futuro que no está, que es esa franja de un ciclo tan incierto y sin atajos,
Yo nací sin saber, sin darme cuenta un día que aun recuerdo del cuarenta. No quiero recordar, que eso sería retornar al momento de ese día y no me trae a cuenta.
Te espero, y aunque sé que no vendrás, no puedo soportar tu ausencia. Espero. Soy idiota, lo sé. Mi desespero me insiste en que vendrás y no te irás. Soy reo del cartero.
Te busco tiempo, ayer, te busco en vano, no dejo de buscarte y me arrodillo mas sé que ya no estás, que eres tan pillo que nunca he de alcanzarte con mi mano.
La primavera mimaba la flor que estaba dormida, y al sol y al aire a la vida de nuevo el verde frotaba. Sobre el campo juvenil las aguas regateando....
Mañana, estoy seguro que mañana, vendrá otro amanecer, será otro día, otra muesca añadirle a mi canana y otro espacio a restarle a la semana y uno más de esperanza y de alegría.
Y un día apareció, sin saber cómo,y otro día se fue, no importa cuando,mas dicen que alguien vio que iba paseandopor ese palomar como un palomocon las alas cortadas musitando.
Hoy he vuelto a mirar hacia el pasado observando a través de la mirilla a ese humilde terruño de Castilla donde un día algún dios hubo creado de padres, carpinteros, una astilla.
Partamos de la infancia. El crío piensa en bromas y en jugar, amigos, que le incordia el estudiar, si encuentra su alimento en la despensa y para de contar.
Pasan los días, pasan las horas, pasan los sueños, la vida pasa, y los deseos de las señoras, pasan las prisas y las demoras y hasta del cuerpo se va la grasa.
Me dieron un reloj y me dijeron tu tiempo empieza aquí, procura aprovecharlo pues que así después no has de acusar que te jodieron, ni habrás de al fin decir me arrepentí.