Si entiendes que la vida es un fracaso,
si empiezas a dudar a qué has venido,
que nadie piensa en ti ni te hace caso
y el mundo es una mierda, está podrido.
Si observas que tu cuerpo no te aguanta
pues se ha vuelto ya hostil y resentido,
lo quieres digerir y se atraganta
y, estúpidos, te dicen que has bebido.
Si el alma se revela y te revienta
y no encuentras a Dios por ningún lado,
que el hecho de vivir no trae a cuenta,
y el cielo contra ti se ha conjurado.
Intuyes que el final ya está al acecho
siguiendo va tus pasos la guadaña,
y entiendes que a morirse no hay derecho
en tanta incertidumbre en la maraña.
Gasté mis huesos
apoyados
en el cemento
fracturados
a pesar
de la desidia
de todos los días
en donde el cuerpo no hace más
que verse al espejo para reírse de sí mismo
con las dos manos rodeándome
la cabeza
de poeta
que no sabe imitar
y que percibe la locura
como algo bello
pero mis brazos cansados
de cargar con este rostro de párpados hoscos
aun quieren sentir en el filo de los mesones
esa callosidad
que queda en los codos
cuando observas con demasiado ahínco
tus propios fantasmas
que roncos
te llaman
y te dicen:
– hay otros –
Estos codos sucios
aun cruzan el puente
para arder en los murmullos
que deja el caminar demasiado
Iré a encontrarme con ellos
Llevaré ropa ligera.
El público
Es lo mismo:
La ausencia siempre te lleva a la caída
Corres
por el mismo camino empedrado
Los hombres te saludan con las manos mojadas
Después de una larga aprobación
hay muchas formas de complacerte ante el espejo
Dejar que los pájaros se enreden y se remojen las alas
dejar que el agua llegue a casa de la vecina
que la sala se convierta en una piscina comunal
y el cuarto sea un pozo de libros
que dos amantes naden desnudos
de mariposa, clavado o ranita
con el horror de lo que está por acabarse
Dejar que el agua corra libre
a toneladas
en todos los sitios
solemne
y deforme
recordando
la memoria
que dejan
las grietas.
SE INUNDA LA CASA
Este es un lugar para irse
conviene entrar
para soportar el peso de los días
Este es un lugar donde se llega rápido a lo pesado
El novio es el marido
y el marido de pronto es el abuelo
El abuelo comienza a envejecer
y en un día se convierte en el nieto
Se vive como construyendo una ciudad
que todos los días se derrumba
En esta cifra tristísima de gente que se queda Leo a Boccanera
Tirando poco a poco de las alas de las guacamayas
y de los caballos flacos que caminan al borde de la calle
y que también se quedaron
Repitiéndome a mí misma:
no basta saber nadar
para no ahogarse
como dice Diego hay que saber buscar
diamantes en las olas para llegar
al alba
de nosotros
………mismos.
LLEGÓ LA OSCURIDAD
Llegó la oscuridad
luego se oyeron los aviones
después vino la vela
el radio y la angustia de la espera
La complicidad silencio de una casa apagada
el timbre
el vecino
la batería muriendo
y la noche con linterna
hasta arroparse sin remedio
con los ojos abiertos
cazando sombras fugaces
en esta casa que se arruga. De: El radio de pilas y otros poemas (2020)
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.