Yo vine hasta aquí a salvar el mundo mas vean pues que nunca pude hacerlo, no basta con decirlo o con quererlo, el cambio que hay que hacer es tan profundo...
Hoy no estoy para nadie, es un mal día. Si preguntan por mí, diles que no estoy. Que hoy mi amiga del alma, mi alegría me ha dejado en silencio, vida mía, sin decir tan siquiera que me voy.
Esa ciudad perdida en el desierto, casi muerta, ciudad que anda dormida, con casas sin balcones ni ventanas, calles sucias de polvo y de tartanas de antiguos traficantes de bananas...