Vivimos disfrutando de la vida, no vemos ni miramos a otro lado, cretinos, cual quien ama a la bebida se agarra a la botella a la que cuida o niña que protege al que es su amado.
La añoranza no tiene desperdicio, pues ella siempre es fiel a su palabra, -la tierra dicen es de quien la labra- ¿a qué viene vivir sin algún vicio? Me quitan el alcohol y me desquicio,,..
Dice Dios: tú sé bueno, no hagas eso, si lo haces, ten cuidado, que es pecado, que ajado de maldad esta ese queso no me vengas después, que te he avisado.
Una mota de polvo, eso soy yo, apenas la pavesa de una lumbre, un alfiler clavado en una cumbre, poco más, poco menos que un yoyó que baila y va llevando incertidumbre...