No sé si lo soñé. Era invierno. Aquella tarde los medios de comunicación anunciaban una catástrofe. Todos, las radios y televisiones, hablaban del hecho como si de las cien mil plagas de Egipto se tratara....
Hablemos con franqueza. Medias tintas solo para el amor son sucedáneos, se suben a la chepa en los amaños y engañan a los ojos con sus fintas huyendo la pasión por sucios caños.
El hecho de tenerle simpatía es algo natural, que no es invento, mas puede que esa historia sea un cuento que un día te contó la tiá María y no tenga sentido ni argumento.
A veces me pregunto si estoy loco, a veces no sé bien si estoy aquí, si existen las estrellas con que arropo, pudriendo si se van poquito a poco sufriendo y apiadándose de mí.
He salido a la calle, sigue viva, todo allí sigue igual, la misma gente, el mismo caminar, la misma fuente y el agua resbalando siempre activa. siguiendo la corriente.
¿Por qué no imaginar?. Yo si imagino que un día ha de llegar después cien años ¡qué digo cien! perdón si desatino, que aunque parezca exceso estoy de vino no pretendo embaucarles con engaños.
¡Oh, muchacha apenada que en la arena, -el lugar donde el mar peina las olas-, vas soltando la broza de tu pena para así liberar de su condena sentándote a sufrir con ella a sólas!
Yo he venido del sol en una tierra donde clava su espada en el verano. Y el gaznate alimenta del paisano con el vino y la mies que en campo encierra su vientre soberano.
Do quedan esos mares virginales con aguas cristalinas, limpias, puras exentas de manchones, sin fisuras, tan prestos a adornar juegos florales gozando bendecidos por los curas.
Hablemos en plural, de todo el mundo, de aquellos que gobiernan los que menos, que a todo lo que ocurre son ajenos, y a mi siempre me vuelven iracundo,...