Están en todas partes. Merodeando. Subiéndose a menudo en las paredes. Van de acá para allá. Sólo, si puedes, habrás de protegerte toreando que quieto no te quedes.
¿Es famoso Bukowski? Es muy famoso. Así sea afamado, no me gusta, no crean por soez que a mi me asusta pues no le encuentro gracia haciendo el oso ni a mi madre azuzando con su fusta.
Vino a verme y aun creo que fue ayer mas huyó con el rabo entre las piernas. Y hoy espero que no quiera volver, que a mi esencia la deje envejecer buscando si ha lugar de otras cavernas.
Aquí en la población donde ahora vivo no hay fiesta que se precie si no hay toros, la música te impregna por los poros, el ruido del petardo es de recibo, que el fuego forma parte de los coros.
He intentado entender todo en la vida mas esa facultad ya la he perdido, no tengo más paciencia, he desistido hacerle una virtud de la indulgencia y ser más comedido.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.