Escribir un poema es cosa seria, y aun más si es que éste rima en consonante. Difícil mucho más e interesante si es fruto de estudiar la enciclopedia y ser un buen versante.
Yo, que vine a este mundo sin saberlo, sin que nunca pidiera o consultara, cual bulto sospechoso de estraperlo sin siquiera comerlo ni beberlo cual cerdo en una piara.
Pues que hoy vivir es cosa de letrados, de expertos en derecho, que saben discernir si algo hay mal hecho, y aunque ellos no anden libres de pecados, dirán que a lo hecho pecho.
Siempre fuiste, huraño, un lobo viejo, una mota que ensucia el calendario, la pavesa que exhala de un espejo y el besar al amor le suena a añejo y que intenta encerrarse en el armario.
La vida aquí es mejor, de eso no hay duda, vivir aquí es más dulce, más amable, quien puede comparar dice es palpable, vivir aquí es posible sin ayuda, más grato y saludable.
Vivir no trae a cuenta, que la vida retorna recelosa hacia el pasado. A veces perezosa o distendida sangrando va tumores por la herida o mira hacia otro lado.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.