Tu vida es anodina. No te importe. Total es otra igual, como cualquiera, que pasa como el agua en la manguera sin rastro que dejar que a nadie importe, sin seña y sin bandera.
Un rebaño es un grupo de ganado, al frente está el pastor que es el que manda, quien lleva la batuta en esta banda, y encierra la manada en el cercado.
Quizás lo que he vivido no sea cierto, quizás alguien sospeche que he mentido, quizás es que haya andado ciego o tuerto, quizás es que haya sido un desvalido.
Ayer pasé a tu lado, tus ojos denostaban que tienes una pena que nunca se ha curado, quisiste a mi esquivarme mirando hacia otro lado mas yo, muchacha triste, los vi como lloraban.
Los padres de mis padres esos padres, los que antes fueron padres y hoy abuelos, extienden sus fatigas, sus desvelos y sufren de los nietos sus desmadres tomando lo que sueltan por los suelos.
Vivir aquí se ha puesto cuesta arriba. Al tiempo que luchamos por ahorrar gobiernos hay que insisten en gastar llevando a nuestro barco a la deriva directo a naufragar.
La vida son dos días de los cuales hay uno que durmiendo lo pasamos, el otro solamente caminamos de acá yendo hacia allá cual carcamales fingiendo que soñamos.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.