Hay seres superiores, sé que existen, los he visto en mis sueños muchas veces, te advierten que tendrás lo que mereces mas tú a que a ellos les veas se resisten por mucho que les reces.
Yo soy un solitario, un eremita, un tipo que practica el onanismo, que escribe y solo piensa en uno mismo, se encuentra despistado en una cita o al borde del abismo.
Permítanme que aquí yo hoy me presente, mi nombre es Lucifer, les juro, pues me deben de creer, que así que esto les suene a prepotente, el mal es mi deber.
Yo nunca fui a Madrid, me dijo un día un tipo valenciano entrado ya en edad, un hombre anciano, que al ver que en un asiento yo leía me vino a dar la mano.
Quiera dios que yo me haga millonario, quiera dios que tu madre sea abuela, quiera dios que te enseñen en la escuela a escribir como dice el diccionario, quiera dios no te saquen una muela.
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.