Yo he sido en esta vida un carpintero experto en cepillar con la garlopa, la lija yo he aplicado con esmero lo mismo que hace al vino el tabernero, el niño que tiene hambre hace a su sopa.
Quisiera hoy descubrir si las verdades en vez de a misa ir son un camelo, si aquello 'si eres bueno vas al cielo' pudiéronse inventar con falsedades, para tomarte el pelo.
Decía Schopenhauer de este mundo, así lo hiciera Dios, que está mal hecho, quedando el mismo Dios insatisfecho al verle tan dañado y tan inmundo, cual fuera el resultado de un desecho.
Se ha quedado él anclado en el paisaje como un punto perdido al horizonte, una mota dormida tras del monte, hoy sin alma, estructura ni andamiaje cual triste polizonte.
Fanático no soy, que pleitesía tan solo he de rendir a Dios o al Diablo, al burro que rebuzna en el establo, al niño que da saltos de alegría mas nunca al que es retablo.
Que Adán y Eva nunca existieron, me lo dijo alguien que había dedicado su vida a estudiar a Adán y Eva. Si la envidia corroe la población mundial debiera ya haber fenecido de cirrosis.
Se va por la pendiente poco a poco, mirad como resbala y precipita, desciende cual tratase de un sofoco que sufre y se desliza como un moco y amar al que es su origen necesita.