Lirio, sumiso, que nació de astilla, en resquicio, en la tapia, en un adobe, sin un simple arrumaco que le arrobe ni nadie al que achacar que le mancilla.
Yo solo soy un viejo que sigue en la manada, no sirve para nada, sólo pa' dar consejos, que andando se resbala pues no tiene reflejos, no puede levantarse si de él nadie se apiada,
Llevo un mes que no salgo de mi casa, que el mundo alrededor no sé si existe, si a hacerlo el que mandaba aun se resiste o sigue malmetiéndose en la masa...
Yo a la muerte reté con osadía y otro día me respondió la muerte: presente está en tu vida cada día, en ratos de tristeza y de alegría, buena hayas de gozar o mala suerte.