Yo Charlie no soy ni seré, lo siento, porque a mi es que la burla no me gusta y menos que me aticen con su fusta obviando que les de el consentimiento, por si algo me disgusta.
Paso a paso con la vida voy bailando y no tengo, partenaire no necesito, que una cosa es al bailar ir caminando y otra haciendo del andar un requisito.
Pues él llegó a Madrid siendo un mocete mas bien desaliñado o descuidado, un joven e inocente mozalbete que tuvo que aprender siendo un zoquete a ser más pillo y listo que el de al lado.
Aquí se acaba el mundo. Las pandemias serán las que lo causen. Los humanos matando van fantasmas con las manos culpando a un dios supuesto con blasfemias...
Una ventana abierta y un horizonte incierto, una nube en mis ojos de apacible silencio, una calle vacía de aceras sordas. Siento el suspiro del agua, la música del viento.
A veces me pregunto ¿qué sería si este ingenuo e inestable adolescente ansioso por gustar, su mente impía solo hubiera saciado en agua fría sin gozar del saber en otra fuente?
Está preso mas no es un delincuente, está preso y no sabe ni el por qué; que hoy el miedo a morir próximamente se ha incrustado en lo oscuro de su mente...
Y el tiempo fue pasando haciéndole más viejo, donando sus consejos, al ayer recurría, sus nietas adoraba, por sus nietas vivía, pensando solo en ellas se miraba al espejo.
Fue Carlos en nacer aquí el primero, y el mismo que primero feneció un día en que jugaba al dominó, vivió sacando astillas de un madero, pues que él su propia caja fabricó.