Tú, linda casa que amenazas ruina, que a forasteros les brindas tu portal, que de aquí sean o de marte te da igual, que vendes el placer en cada esquina.
Perdone, caballero, no le guardo respeto, comprendo si alguien dice que soy un inconsciente, que soy un mal nacido, que en qué vergel me meto, que al opinar me excedo, nado contra corriente.