Fue Carlos en nacer aquí el primero, y el mismo que primero feneció un día en que jugaba al dominó, vivió sacando astillas de un madero, pues que él su propia caja fabricó.
Todos los días pensando en algún tema, todos las horas buscando algún asunto, una historia y un barniz que poner junto, y asi lograr componer algún poema.
Te buscaré algún día, aunque tu no me creas, me arrimare a tu altar recordando el momento que, a solas con mi anhelo, amor tú me pidieras, incapaz de decirme que yo era un pasatiempo.