Era de abril un día muy lluvioso, triste, en aquella tarde gris, tarde plomiza, -amenazantes las nubes de ceniza, en el momento justo en que el cielo se oscurece,
Y así encogido de hombros estoy en el paraje repasando el camino, harto de caminar, el andén solitario, yo ausente de equipaje, ¡para qué las alforjas para tan corto viaje!....