La noche, gris, está triste y dormida, y las estrellas perlas lloran por sus fieles amantes amargadas, mohinas plegarias que de dolor vienen preñadas...
Yo vi la noche oscura… ¡qué dichosa aventura! preñada de misterios, repleta de silencios, cargada de leyendas, caballos que cabalgan sobre nubes oscuras y de sombras inquietas
¿El alma, qué es el alma, quién conoce? ¿quién puede presumir de haberla visto? ¿con ella quién se jacta de algún roce, tal vez que haya sufrido algún desbroce un día en el que quiso darse el pisto?