Adan y Eva -según dicen, primeros habitantes de la tierra-, de un lindo lugar de nombre paraíso terrenal, de gracia y de belleza sin igual, -donde un palacio era una cueva-.
Este que aquí lo es de estos versos el sujeto, humilde caminante, tenaz aventurero, hoy va desandando poco a poco su sendero, ya tantas veces acelerado, siempre inquieto....