Agua que discurre, que brinca y que besa, que pasa de largo y de pronto se olvida, que gime y sonríe y se va presumida diciéndote adiós pues nunca regresa.
Las aguas residuales que habitan en mi mente son aguas putrefactas respuesta a mis deseos, se van sin que perciba, se van por la corriente, detritus que quedaron jugando en mil torneos.
El agua mira limpia y transparente. Dedícate a observar cuando del caño resbala sigilosa, dulcemente, cual fuera que es el alma de esa fuente que intenta deslizar sin hacer daño.
Revista literaria de hispanoamérica es una revista literaria, cultural y artística en habla hispana, referente de literatura y pensamiento contemporáneo.
agua revista de poesía líquida seremos/somos espacio de confluencia y queremos ser/somos red. Espacio donde poder publicar y compartir la experiencia y los resultados de este proceso de formación. Red por y para la poesía.
Ediciones Aguadulce es un proyecto editorial independiente y alternativo puertorriqueño que se dedica a publicar literatura latinoamericana y del Caribe, y otras literaturas del mundo en traducción por autores puertorriqueños, con el propósito de exponer a los lectores puertorriqueños a…
El primer libro publicado por Aguaclara vio la luz en 1982, desde entonces nuestra pequeña empresa ha publicado unos 400 títulos y editado más de 200 para terceros, entidades, empresas o personas, diseñamos y/o maquetamos productos impresos (libros, revistas, cubiertas,…
El Centro de Estudios y Cooperación para América Latina (CECAL) es una institución sin ánimo de lucro que tiene como finalidad promover el conocimiento de la cultura latinoamericana, apoyando su estudio, divulgación y difusión. Se constituyó en el año 1996…
Aprendo. Cada día yo algo aprendo, que nunca yo echo nada en saco roto. Cada día me monto en esa moto, a aquel que no se monta no le arriendo ganancias al piloto.
Ejemplo es de la música al galope de un caballo que avanza desbocado a un torero clavándole el estoque con pinceles de mire y no me toque observando a una niña en su tejado.
Ese día en que yo quise ser libro mirando estaba absorto aquel estante con ojos del que mira alguna amante. Fue tanta la emoción que hoy no calibro el tiempo de aquel hecho tan vibrante.
En Landelies llueve, siempre llueve lo mismo que al caer hace la nieve.
La lluvia que insistente y molestosa, mostrando va su acento, su relieve y lo hace de una forma rencorosa pues cae poco a poco cadenciosa que fuerte no se atreve.