Hoy me he subido a un banco para acercarme al cielo, cogerle con la mano, pintarle de amarillo, hacerle más cristiano rompiendo al fin el hielo sentirle más cercano y hacerlo más sencillo.
Mi cielo no es azul, que es verdi-blanco pintado de unos toques de amarillo, mi cielo no creáis que es muy sencillo que en eso de gozar no queda manco y siempre va silbando un estribillo.
Soñar, solo soñar para ir al cielo tan simple como echarte a navegar sin remos y tus alas desplegar diciendo un no rotundo al desconsuelo volar, volar, volar, volar, volar.
¿Qué es el cielo, mi amor?, me preguntabas, echándote en mis brazos, vida mía. Contrario al desamor, es la alegría de escuchar de tus labios que me amabas.
El tiempo pasado había y un día a Madrid volví, y encontrarme yo creí, aquella villa de asuetos rellenita de chulapas, chulos, catetos, paletos que de provincias llegaban, de madera la maleta...
Mi cielo nada tiene que ver con las estrellas ni tan siquiera mención hace con dios. Mi mundo lo construye este sentir grandioso y tan profundo como lo es el placer de gozar de cosas bellas.
Hubo un tiempo perdido en la distancia que el cielo a mi me amaba y era mío, comienza cuando empieza la lactancia, se fue poquito a poco a su albedrío.
SciELO Chile, es parte de las políticas de CONICYT de fomento a la investigación y difusión de sus resultados. El objetivo del sitio es implementar una biblioteca electrónica, que proporcione acceso completo a una colección de revistas científicas chilenas, a…
Aprendo. Cada día yo algo aprendo, que nunca yo echo nada en saco roto. Cada día me monto en esa moto, a aquel que no se monta no le arriendo ganancias al piloto.
Supongo. Y es que yo siempre supongo. Conozco. Sea que ignoro. Lo contrario. Certeza. ¿Dónde está ese diccionario? Que todo yo a la duda lo antepongo,...
Ejemplo es de la música al galope de un caballo que avanza desbocado a un torero clavándole el estoque con pinceles de mire y no me toque observando a una niña en su tejado.