El día que me toque, me decía, yo a tí no te he de dar, que aquello que me sobre he de donar a aquel que me vendió la lotería y el resto me lo vuelvo aquí a jugar.
Es la historia de un muchacho que soñaba con ser libre, se olvidó del cuba libre y a las letras se aplicaba presumiendo que sumaba su esfuerzo al mayor calibre...
Hoy pretendo escribir en tres palabras la historia que jamás tú habrás leído de un hombre que aquí llegó y que ha vivido náufrago en una mar de olas macabras.
Esto que ahora yo os cuento, esto que os voy a contar, no creais que me lo invento, que es una historia real que sucedió en su momento y fue chanza general.
Hoy ya sé que he dejado atrás la historia, que escribir el relato no he sabido, que el pasado al pasar ya eché al olvido, ya no queda resquicio en la memoria.
Mi vida es una historia inacabada comienza cuando acaba ya una guerra, de algunos que quedaron bajo tierra por culpa de una bala y una azada, o alguna motosierra.
Que el mundo ya la historia no digiere, mejor es se atraganta, se escapa un buen relato a su garganta mostrando solamente lo que quiere, aquello que a él le encanta.
La historia que hoy escribo es de un fracaso que empieza cuando empieza la internet, las web, las punto com, las punto net, de aquella fantasía el primer paso.
Esta noche soñé. Que últimamente no consigo dormir, que me desvelo. Presiento me deslizo y caigo al suelo como hace el que se lanza en parapente, resbala sobre el hielo.
María fue mi novia, la quería, después vino otra más y la siguiente, a todas las juraba yo, inocente, que un día hasta el altar las llevaría con un beso en la frente.
Historias son terribles de una guerra plagada de venganzas y traiciones, viniendo a demostrar los corazones capaces son de ver su amor se entierra cavando el propio nicho bajo tierra..
Esta es la historia de un viejo que jugaba a hacer poemas sin saber que de escribir el buen hombre no sabía, cogió un lápiz y un papel y en la mesa que allí había se dispuso a cavilar sobre
El que escribe, Donaciano,
como el labriego en Castilla
va esparciendo la semilla
a voleo con la mano.
Lo mismo que hace el cristiano
que a Dios no ha visto y le reza
y espera de su grandeza
que llegado el mes de abril
le riegue con aguas mil
la madre naturaleza.